La creación del Cuerpo de Bomberos de El Vigía, el 27 de noviembre de 1966, se enmarca en dos escenarios que hicieron posible su existencia, lo cuales se deben destacar por el carácter valorativo que tienen en cualquier iniciativa de carácter social: La iniciativa de la sociedad civil organizada y la eficiencia y eficacia de las organizaciones públicas.
La creación del Cuerpo de Bomberos de El Vigía, el 27 de noviembre de 1966, se enmarca en dos escenarios que hicieron posible su existencia, lo cuales se deben destacar por el carácter valorativo que tienen en cualquier iniciativa de carácter social: La iniciativa de la sociedad civil organizada y la eficiencia y eficacia de las organizaciones públicas.
Eudes J. Blanco P.*
Todo comenzó en el año de 1965, donde un grupo de visionarios plantearon la necesidad de la creación de un cuerpo de bomberos en la ciudad de El Vigía, capital del recién creado distrito Alberto Adriani. Esta iniciativa ciudadana promovida por el Cabo 2do Juan de la Cruz Jurado, estuvo apoyada por un grupo de comerciantes liderados por el ciudadano Salomón Dalal.
Además se gestiono con la Lotería Los Animalitos de El Vigía, un aporte de 20.000 bolívares, con los cuales se adquirió el primer vehículo apaga fuegos de la institución, un carro Chevrolet 350 de intervención rápida, este vehículo llega a la Ciudad de El Vigía el 26 de noviembre de 1966, un día antes de la inauguración de la institución.
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Pero lo que resulta encomiable es la actuación de la Junta Administradora del Concejo Municipal, institución germen del actual Concejo Municipal, la cual fue instalada el 17 de marzo de 1966, y con apenas ocho meses asumió la responsabilidad de darle funcionalidad a la iniciativa.
Cabe destacar que esta Junta Administradora del Concejo Municipal, estuvo conformada por Arturo Rodríguez, Presidente; Oscar Lujano, vicepresidente; Orosman Rojas, segundo vicepresidente; Héctor Amable Mora, sindico procurador; Ángel Calleja, primer vocal; Josué Ramírez, segundo vocal; Elba Rangel: tercera vocal; Gonzalo Gutiérrez, Orlando Quintero, Miguel Belandría, Antonio Mora, como suplentes.
En la constitución del Cuerpo de Bomberos de El Vigía, la Junta Administradora del Concejo Municipal, creó una Junta Administradora del Cuerpo de Bomberos, la cual estuvo integrada de la siguiente manera: Presidente: Guillermo Bohórquez; Vicepresidente: Arturo Rodríguez; Secretario Ejecutivo: Ing. Oscar Alfonso Lujano; Tesorero: Salomón Dalal: Primer Vocal y capellán: Pbro. Humberto Corredor Tancredi; Segundo Vocal: Gonzalo Navas y Tercer Vocal: Cabo 2do Juan de la Cruz Jurado.
Se reclutaron veinte aspirantes a bomberos, los cuales fueron entrenados por funcionarios provenientes del Cuerpo de Bomberos de Mérida. Con estos funcionarios se conformaron dos grupos de trabajo al mando del C/2º (B) José La Cruz Jurado y se designo como segundo al mando al bombero David Contreras. Entre ese primer grupo hay que destacar entre a otros a: Epifanio Contreras, Florentino Osuna, Deisi Nava, Luis Rojas, José Parra, Faustino Vergara, Miguel Albornoz, Guido Gutiérrez, Govino Gutiérrez entre otros. En el comando de esta institución en sus primeros treinta años se destacan: el cabo segundo Juan de la Cruz Jurado; el sargento primero Alvaro Barrios, el subteniente Guido Barrios, el mayor Juan Bautista Granados y el sub teniente Vicencio Angulo Márquez.
Esta institución se fue fortaleciendo y el interés mostrado por Gobierno Municipal y el comercio del Municipio Alberto Adriani en su dotación y mantenimiento permitieron su consolidación y en donde hay que destacar el apoyo foráneo del Ministerio del Ambiente, Lotería del Táchira y el Instituto Nacional de Hipódromo, este último por ejemplo donó un vehículo para el combate de incendio, marca Internacional, llegando a tener el Cuerpo de Bomberos de El Vigía, en ese tiempo, un parque automotor de 8 vehículos.
Para el 28 de Abril de 1.993, luego de 27 años de ardua labor en pro de la comunidad le fue construida e inaugurada la actual sede, ubicada en la Zona Industrial de El Vigía, bajo el Gobierno regional del Dr. Jesús Rondón Nucete.
Son cincuenta años, y como dice la letra de la canción epónima, han sido de camino y de soñar; medio siglo de esperanzas y cincuenta años de enseñanza de una loable labor. Se puede citar a Edward F. Croker en cuanto a que “…cuando un hombre se convierte en bombero, ha conseguido su mayor acto de valentía. Lo que hace después está en su línea de trabajo…”
* Historiador – eudesblanco@gmail.com
