El siniestro ocurrió debido a que las condiciones climáticas reinantes en la zona no eran las más favorables, y por la efervescencia propia de la situación que se vivía durante el momento del secuestro.
En la urbe caraqueña, es miércoles y comienza a caer la noche, se puede apreciar poco tránsito de automóviles en las principales vías de la ciudad capitalina y excasos transeúntes en las calles, avenidas, barriadas y urbanizaciones. Se registra un secuestro de dos ingenieros de Corpoelec en el sector Los Ruices, del estado Miranda. Inmediatamente, funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (CPNB), emprendieron un dispositivo de búsqueda y rescate, como parte de las políticas del Gobierno Bolivariano para brindar seguridad a la ciudadanía.
A la altura del sector Antímano, los secuestradores a bordo de un vehículo marca Ford, modelo Fiesta Power, propiedad de una de las víctimas, abrieron fuego contra los integrantes de las comisiones mixtas encargadas del caso. Rápidamente, se procede a solicitar apoyo aéreo a la unidad especializada de la PNB.
A primeras horas de la mañana del jueves, llegó el helicóptero pilotado por la oficial Wilmarys Mora, acompañada por el copiloto Rafael Linan, un técnico y dos funcionarios del grupo táctico de la PNB, con el propósito de cooperar en las labores de búsqueda.
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El efectivo trabajo de inteligencia, persecución y búsqueda aérea, por parte de las comisiones permitió la ubicación de los sujetos. Estos se internaron en la parte boscosa del kilómetro 16 de El Junquito.
En el área reinaba una tenue neblina que contribuyó a imposibilitar la visión de la tripulación que operaba el helicóptero de la PNB, la presencia y ubicación en una de las torres de distribución de electricidad en la zona hizo que lamentablemente la aeronave tocara el guarda torre (cable más delgado y el menos visible) y se precipitara a tierra en el sector El Naranjal, carretera que comunica a Antímano con El Junquito.
El siniestro ocurrió debido a que las condiciones climáticas reinantes en la zona no eran las más favorables, y por la efervescencia propia de la situación que se vivía durante el momento del secuestro.
Aunado a esto, el área boscosa no contaba con las señalizaciones, ya que dentro de la normativa no contemplan la instalación de esos dispositivos por ser zona rural, situación que puso a los integrantes de la aeronave en desventaja.
Este procedimiento dejó como resultado la liberación de las víctimas sanas y salvas; la captura de uno de los delincuentes, mientras que otro resultó abatido, durante un enfrentamiento con autoridades de la PNB y del Cuerpo de Investigaciones, Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC). También el triste fallecimiento de los cinco tripulantes de la aeronave de la PNB, aquel 23 de mayo de 2013.
La valentía y arrojo que estos cinco héroes y heroína mostraron en este procedimiento, es el mismo que mantienen hoy los funcionarios adscritos a la Unidad de Apoyo Aéreo del Cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana, en el cumplimiento del deber.
Alerta ante cualquier incidencia
El Director de la referida unidad, C/J Vicente Olivares, asegura que la misión de la Unidad de Apoyo Aéreo es estar siempre en alerta para colaborar en cualquier procedimiento policial o situación que se presente y requiera de servicio aéreo, ya sea durante persecuciones en caliente, operativo de rescates de rehenes, traslados aeromédicos, entre otros.
“Desde el nacimiento de esta unidad, el 2 de febrero de 2010, está encargada de servir de soporte y apoyo a las unidades del CPNB, y demás instituciones del Estado venezolano, mediante el empleo de los medios aéreos asignados para tal fin”. Siempre enmarcado en los operativos que adelanta el Gobierno nacional a través del Ministerio del Poder Popular para Relaciones, Interiores Justicia y Paz, (MPPRIJP).
Esta Unidad cuenta que con una plantilla de 24 hombres y mujeres, todos en las especialidades de pilotos, auxiliares de vuelos y mecánicos, día a día cumplen los requerimientos y retos encomendados por este cuerpo de policía humanista.
Olivares califica el Servicio Aéreo de la PNB, como una unidad bastante dinámica, con extensión en el territorio nacional. “Nos hemos desplegado en algunos estados, donde los Centro de Coordinación Policial han requerido el servicio de chequeo del espacio geográfico que tienen asignado para la toma de fotografías, demarcar áreas críticas para ejecutar dispositivos de seguridad ciudadana”.
Este servicio con más de dos mil 500 horas de vuelo, ha repuntado sus operaciones por los traslados aeromédicos de pacientes que se encuentran en zonas alejadas y que ameritan atención inmediata en centros de salud. “Estos se hacen con mayor frecuencia desde los estados Guárico, Aragua, Monagas y el archipiélago Los Roques”.
Las aeronaves están completamente dotadas y adecuadas para apoyar en el rescate de personas víctimas de accidentes. En su interior hay capacidad para dos camillas que permiten brindar atención a los venezolanos.
Al ser consultado sobre cómo la ciudadanía canaliza el servicio de asistencia aereomédica, explica que se puede efectuar a través de hospitales, que poseen redes de coordinación con Protección Civil Nacional, Regional y Estadal, seguidamente, estas instancias acuden a la PNB para tramitar el traslado aéreo. A través de un informe médico el doctor autoriza el traslado del paciente vía aérea, se dispone de la aeronave y se establece el plan de vuelo para garantizar el traslado oportuno al centro de salud.
Los funcionarios del Servicio Aéreo han efectuado operaciones combinadas con la Unidad de Operaciones Tácticas Especiales (UOTE) y Unidad Marítima en procedimientos de inteligencia, para ubicar bandas y secuestradores. Además ha participado en las Operaciones de Liberación y Protección del Pueblo (OLP).
El Director precisa que en temporadas vacacionales, los helicópteros de su unidad se han convertido en un vehículo que incrementa las labores supervisiones en las zonas costeras, autopistas y ejes carreteros de la geografía nacional.
Entre los proyectos que tiene esta unidad a mediano plazo está la implementación de patrullajes aéreos nocturnos en el interior del país, esto con la intención de reforzar las operaciones policiales, las tareas que ejecutan las unidades motorizadas y vehiculares en todos los sectores.
Preparación de la generación de relevo
Olivares relata que para el segundo semestre de este año, un grupo de cuatro oficiales (dos masculinos y dos femeninas) iniciarán el Curso de Formación de Piloto Aviador, en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que tiene una duración de un año. “Estos hombres y mujeres van a tener la oportunidad de formarse en esa área en el componente de aviación”.
Recordó que el resto del personal se ha capacitado en la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), gracias a la unión cívico-militar-policial. “Estamos rompiendo paradigmas en ese sentido”, celebra Olivares.
Cómo ingresar
Las personas interesas en pertenecer al servicio aéreo de la PNB deben ser funcionarios o funcionarias activos de este cuerpo de seguridad.
Mantener una antigüedad mayor a dos años.
Una vez que la unidad emite el llamado al curso de piloto o de mecánica, a través de los canales internos de la institución, se procede a presentar las pruebas, entrevistas y se evalúa el comportamiento profesional.
Luego de culminado el proceso de selección, los aspirantes destacados pasan a formar parte como alumnos pilotos de este cuerpo.
“Pasión, compromiso, principios y valores son los requisitos indispensables para formar parte de la Unidad de Apoyo Aéreo de la PNB” enfatiza Olivares.R: Argelia López/Fotos: Oscar Hernández