La ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, es una de las que ha protagonizado mayores enfrentamientos tras la invasión de Rusia. En tal sentido, las autoridades denuncian que la localidad se queda sin agua, electricidad y alimentos, mientras siguen los combates. El alcalde Vadym Boychenko pidió refuerzos para evitar perder esta estratégica ciudad aeroportuaria. […]

La ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, es una de las que ha protagonizado mayores enfrentamientos tras la invasión de Rusia. En tal sentido, las autoridades denuncian que la localidad se queda sin agua, electricidad y alimentos, mientras siguen los combates.

El alcalde Vadym Boychenko pidió refuerzos para evitar perder esta estratégica ciudad aeroportuaria. Además, exigió la creación de un corredor humanitario para evacuar a parte de los 400.000 habitantes de la ciudad.

“Simplemente, nos están destruyendo”, dijo el alcalde, quien describió el bombardeo ruso sobre las zonas residenciales y los hospitales. “Quieren borrar a Mariúpol y a los residentes de Mariúpol de la faz de la tierra”, aseveró.

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Las tropas ucranianas mantienen una línea en Mariúpol contra el avance ruso, pero insisten que necesitan apoyo “significativo”. “Esta es la última ciudad que impide la creación de un corredor terrestre desde Rusia a Crimea”, aseveró la Guardia Nacional de Ucrania.

PIDEN CORREDOR HUMANITARIO EN MARIÚPOL

Representantes de Ucrania y Rusia acordaron el jueves, 3 de marzo, un alto al fuego en varias zonas de conflicto. El objetivo era establecer corredores humanitarios para la evacuación de los civiles ucranianos.

Sin embargo, el alcalde de Mariúpol aseveró que las tropas rusas no han respetado el acuerdo, de manera que no han logrado establecer el corredor humanitario. Por lo tanto, parece que se ha avanzado poco en la evacuación de los civiles en los territorios de conflicto.

Varios residentes de Mariúpol se han desplazado al centro de la ciudad para escapar de los bombardeos. “Estoy con mis hijos en el centro y escuchó que la guerra se acerca (…) hay llanto, miedo, incertidumbre, pánico”, dijo Ivan Yermolayev, un empresario de 30 años.//Caraota Digital