Han sido las lluvias el punto neurálgico de estos asentamientos vigíenses, con cada fuerte aguacero tiemblan los habitantes de las viviendas así también las autoridades municipales ante un problema que tiene mucho tiempo.
Han sido las lluvias el punto neurálgico de estos asentamientos vigíenses, con cada fuerte aguacero tiemblan los habitantes de las viviendas así también las autoridades municipales ante un problema que tiene mucho tiempo.
Jesús Eduardo Araque V.*
El acelerado proceso de urbanismo que ha atravesado la ciudad de El Vigía ha dado como resultado un crecimiento sin criterios bien definidos, en forma anárquica, dificultando el desarrollo armonioso del espacio urbano de la ciudad, sin duda que uno de los factores ha sido consecuencia del surgimiento de “asentamientos no controlados”, caracterizados por un crecimiento espontáneo y progresivo fuera de las normas técnicas y legales vigentes en el país, localizándose en áreas de escaso desarrollo infraestructural y de susceptibilidad, a ser afectadas por deslizamientos, derrumbes, socavamiento, acumulación de sedimentos e inundaciones causado por factores condicionantes de geología, hidrografía, pendientes, geomorfología, vegetación y las actividades antrópicas que han generado importantes modificaciones sobre el medio,
Precisamente han sido las lluvias el punto neurálgico de estos asentamientos vigíenses, con cada fuerte aguacero tiemblan los habitantes de las viviendas así también las autoridades municipales ante un problema que tiene mucho tiempo.
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Por esta razón los asentamientos llamados comúnmente barrios del área urbana es en extremo complejo, las soluciones que se vislumbran van más allá del embaulamiento o limpieza de caños y quebradas, la construcción de escaleras, vías asfaltadas con sus cunetas, costosas obras de adecuación de ingeniería. A la postre todo resultara precario, por las condiciones geotécnicas inestables de los suelos y la variación de su topografía.
En relación a este aspecto se puede clasificar el Área Urbana de la ciudad de El Vigía en tres niveles de susceptibilidad de “Extrema Peligrosidad”, de “Media” y de “Baja Peligrosidad”. La Parroquia Rómulo Gallegos es la que congrega la mayoría de los barrios catalogados como de Extrema Peligrosidad y entre estos barrios se hallan La Vega I y II, San José, Barrio Ajuro, Barrio 23 de Enero (parte alta), Los Olivos, 5 de Julio (parte alta), Barrio Abelardo Pernia hoy Ali Primera, Onía – Santa Isabel, Colinas de Buenos Aires, La Cueva del Humo, Colinas del Paraíso, a estos podemos agregar Alta Vista, Las Delicias, El Milagro. Se les califica de “Peligrosos Extremos “, por haber presentado deslizamientos, inestabilidad del terreno, problemas de inundación, con aguas negras e insalubridad.
Los barrios catalogados como “Media Peligrosidad” se ubican en las Parroquias Monseñor Pulido Méndez y Presidente Betancourt entre ellos tenemos La Porcelana, La Blanca a orilla del talud, La Victoria, Las Flores parte alta y baja, Aroa I y II, Calle 1 del Barrio El Carmen, La Playita, La Inmaculada a orilla del talud, los asentamientos no controlados de reciente fundación ubicados a orilla del caño Bubuqui en el sector La Pedregosa abajo, además Caño Frio, La Pedeca, 19 de Febrero, Bicentenario Sur, Ciudad de Dios, Nueva Patria, La Floresta, Nuevo Milenio. Y apenas podemos clasificar de “Baja Peligrosidad”, Caño Seco, El Bosque mientras se respete los retiros del talud hacia el Rio Chama, Bicentenario Norte, Don Pepe Rojas, La Conquista, El Samán, Rosa Virginia, entre otros.
Estos datos es un análisis muy general a sabiendas que se dejaron de mencionar una gran cantidad de asentamientos afectados con problemas de actitud geotécnica – ambiental. De ahí que se debe evitar su expansión en áreas inadecuadas para el desarrollo urbano mientras que la complejidad de esta problemática exige la necesidad de establecer políticas y planes de actuación concretos que comprometan diversos ámbitos de la sociedad, desde el Estado a todos los niveles – Nacional, Estadal y Municipal- y los de la Sociedad Civil (Juntas Comunales, Organizaciones no gubernamentales, Colegio de Ingenieros y otros).
Del mismo modo es necesario involucrar en la investigación y asesoría técnica la Universidad de Los Andes (ULA) en su interés por brindar apoyo a las municipalidades, en tal sentido la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales cuenta con el Instituto de Geografía y Conservación de los Recursos Naturales (IGCRN) y la Unidad de Prestación de Servicios y Proyectos Forestales, Geográficos, Agropecuarios y Ambientales (UFORGA) que pueden contribuir a buscar la solución de esta problemática que afecta a los barrios asentados en terrenos que no reúnen condiciones geotécnicamente para clasificarlos como aptos, libres de todo riesgo.-
* Geógrafo – Alcaldía del Municipio Alberto Adriani – eduardogeografo@hotmail.com
