Primer mensajero de correos, operario del telégrafo y uno de los primeros músicos de la vieja aldea del ferrocarril, a lo que hay que sumar el haber sido jugador de béisbol a pesar de su discapacidad. Máximo Uzcateguí, es representativo de la tenacidad del que quiere salir adelante independientemente de sus limitaciones.

Eudes J. Blanco P.*

 

 

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Máximo Edmundo Uzcategui, nace en el sector de Agua Linda, en la aldea La Palmita del estado Mérida, el 27 de noviembre de 1925. Sus padres don  Vicente Elías Guerrero y Adela Uzcategui. Ante la ausencia del apoyo del padre, su madre asume la total responsabilidad de criar al niño, para ello comienza a laborar como domestica en casas de familias, en fincas y haciendas, o simplemente realizando el lavado de ropa ajena. Esta situación la lleva a emigrar de La Palmita hacia El Vigía en la búsqueda de mayores oportunidades de trabajo. Es así como desde muy temprana edad Máximo se integra a la historia y cotidianidad de El Vigía.

La situación económica de doña Adela y de Máximo mejora cuando aquella comienza a convivir con el señor Julio López, quien se convierte así en el padre de crianza de Máximo, quien lo llegó a considerar como uno verdadero, haciéndose eco en la práctica de lo que expresará el escritor  Friedrich Schiller “No son la carne y la sangre, sino el corazón los que nos hace padres e hijos”.

Al igual que muchos niños de la vieja aldea del Terminal del ferrocarril,  Máximo Uzcategui aprendió sus primeras letras y los conocimientos básicos elementales del señor Martín López, considerado el primer maestro de El Vigía. Su infancia en la aldea Terminal del ferrocarril transcurría en: ayudar a las múltiples faenas de sus padres, corretear por las pocas y entierradas calles y bañarse en las aguas del Bobuqui y del río Chama.

Va a ser en uno de estos momentos de jolgorio en el río Chama, cuando la adversidad toca la vida de Máximo: un grupo de niños apostaron una carrera de quien llegará primero al río Chama, partiendo desde la aldea, el ganador fue Máximo Uzcategui, pero el triunfo se transformo en tragedia, ya que por poco pierde la vida en las caudalosas aguas y luego de ser sacado de su lecho, no fue el mismo, sufrió una parálisis que le afecto su pierna derecha y el brazo izquierdo.

La señora Adela, incremento su trabajo de manera de obtener ingresos que invertía en la recuperación de Máximo, los logros fueron parciales, recupero parte de la movilidad del brazo izquierdo, no así de su pierna derecha.

Tenacidad por el progreso

El porvenir de Máximo Uzcateguí, se encuentra en su tenacidad para salir adelante independientemente de sus limitaciones. Y convierte el trabajo en la herramienta de progreso, al iniciarse como vendedor de agua en la aldea trasladándola en un burro.

Es el primer repartidor de telegramas del municipio, según lo registra un nombramiento fechado el 1 de julio de 1947. Cumpliendo esta actividad aprende el oficio de telegrafista e inicia su actividad en Santa Bárbara del Zulia el 1 de noviembre de 1948, siendo trasladado a El Vigía como el  jefe de estación de la oficina de telégrafos, el 16  de julio de 1955.

Por propia iniciativa y por la afición a la música, mostrando sus dotes de artesano, construye una especie de bandola, en la cual inicia su aprendizaje como ejecutante de la mandolina. Se encuentra entre los músicos populares de la aldea de mediados del siglo XX y dirige el grupo de músicos que en vivo participaron en la inauguración de la emisora Ondas Panamericana Radio el 03 de marzo 1.962.

Su discapacidad física no fue un impedimento para que jugara beisbol como pitcher,  mientras que otro pelotero lo sustituía en el bateo y corría las bases, por lo que el profesor Guillermo Briceño expresaba jocosamente que el bateador designado, regla 6.10, establecida por la Liga Americana en 1973, había nacido en El              Vigía por lo menos tres décadas antes.

Hay que destacar en Máximo su convicción por progresar y mejorar sus condiciones de vida, es por ello que tardíamente finaliza su primaria en el Mauricio Encinoso, a través de un programa de prosecución de estudios iniciados en 1963, para los que tenían aprobado el cuarto grado.

Una de sus mayores preocupaciones fue que sus hijos realizaran los estudios para los cuales él estuvo imposibilitado y en ello hacia los mayores esfuerzos ysacrificios  junto a su esposa Aida Montilla, con quien había contraído matrimonio el 28 de septiembre de 1957.

Muere este hombre nativo del municipio, el 06 de septiembre de 1.988. El valor de Máximo Uzcategui, según el profesor Guillermo Briceño es que a pesar de sus limitaciones de carácter físico, fue capaz de crecer personalmente, sacar adelante una familia que es ejemplo de la comunidad al convertirse en un personaje respetado y admirado por ella.

* Historiador – eudesblanc@gmail.com