Juan Bautista Sánchez fue un comunicador social, locutor y folklorista, que desempeño una significativa labor en la protección y resguardo de los valores que identifican la venezolanidad, pero en especial los de la identidad vigiense; junto al profesor Guillermo Briceño creó el Premio Tamarindo de Oro.

Eudes J. Blanco P.*

Vigiense de nacimiento, donde vio la luz del mundo el 18 de febrero de 1945. Curso su primaria en la Escuela estadal Nº 172 en el lapso comprendido entre 1954 y 1959. Realiza su educación secundaria  tardíamente a los 42 años en el colegio privado Rómulo Gallegos de donde egresa en el año 1992 como bachiller en ciencias. Ese mismo año obtiene el titulo de locutor bajo el número 20.073 del Ministerio de Transporte y Comunicaciones. Inicia su educación superior en enero de 1996 en la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo, egresando de ella en el año 2000, con el título de Licenciado en Comunicación Social.

Juan Bautista Sánchez Rodríguez, mostro interés formativo por dos campos: la educación y la cultura, es por ello que realiza los diplomados en Educación para docentes no graduados de la Universidad Pedagógica Libertador (Upel) en 2006 y en docencia para la educación universitaria de la Universidad Nacional Experimental “Jesús María Semprun” (Unesur), en el 2010. En el campo cultural desarrolló diversos talleres en la elaboración de proyectos socio-culturales, actividades y diseños y gerencia y producción, dictadostodos por la Universidad de Los Andes.

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Al destacar su labor como comunicador  social hay que resaltar que cumplió labores vinculadas a su profesión, en los municipios Alberto Adriani, Libertador, Obispo Ramos de Lora y Andrés Bello del estado Mérida.

Fue  un constante y acérrimo  defensor del gremio, en especial ante la invasión de personal no graduado, que cumple labores y funciones periodísticas, propiciando la profesionalización de ellos.

Fue un pionero en el periodismo televisivo del municipio Alberto Adriani, al ser el fundador de tres noticieros en: Panan TV (1999),  Intercanal (2001) y AR Visión. Más recientemente en Hora TV se destacó con un programa de opinión con la identificación “Dialogando con Juan Bautista”.

Laboro como periodista en la prensa escrita en tres periódicos del estado Mérida: Cambio de Siglo (2000), El Vigilante (2002-2003) y enDiario Los Andes (2008-2009). A nivel local fue fundador junto a la abogada Marta Guerrero del semanario “Extraordinario” (2007). Además en el periodismo institucional, se desempeño en el año 2008, como Jefe de Prensa de la Alcaldía Obispo Ramos de Lora y fue docente de comunicación social en la Universidad Bolivariana de Venezuela en el año 2005.

Su actividad periodística le fue reconocida al recibir el Premio Municipal de Periodismo Benedicto Monsalve del municipio Alberto Adriani en el año 2003 y la Orden Tulio Febres Cordero, del Consejo Legislativo del estado Mérida, en el 2005.

Como locutor de radio mantuvo el programa cultural “Matices Venezolanos”, en la emisora pionera de la radio del municipio Ondas Panamericanas Radio 1.270 a.m., que luego traslado a su sucesora en F.M. Panamericana Stereo 99.3, se caracterizó este espacio por resaltar y rescatar los valores musicales de nuestro país, en una polifonía musical diversa, en la que se veían reflejadas todas las regiones del país, otorgándole  atención a la música típica merideña en especial a los conjuntos musicales de este género de la localidad y la región.

Pero además de su labor periodística otro aspecto resaltante de Juan Bautista, fue su permanente interés por preservar los símbolos y valores materiales e intangibles del municipio. Resaltó y evito que cayeran en el olvido los docentes pioneros del municipio; pero su mayor aporte, es sin lugar a dudas el haberse convertido en el protector y defensor de la memoria del árbol de Tamarindo, símbolo histórico-natural de la ciudad de El Vigía, que se cayó el 02 de octubre de 1996.

La intención de evitar que el Tamarindo como símbolo histórico-natural primogénito del municipio fuera borrado del imaginario social, de la historia y del acervo cultural, produjo una idea que fue compartida con el profesor Guillermo Briceño, la creación de un Premio denominado “El Tamarindo de Oro”, a través del cual se reconociera el trabajo creador y el fortalecimiento de la identidad vigíense.

Juan Bautista transformó la idea en tarea y  logró que a través de una Ordenanza Municipal con fecha 09 de diciembre de 2003, extraordinaria, se legitimará de manera oficial el referido premio, el cual se había creado y entregado por primera vez al año de la desaparición del árbol histórico (1997).

Se conoce los esfuerzos hechos por Juan Bautista Sánchez por mantener el premio, haciéndolo un compromiso y reto personal, aún cuando el mismo debió ser responsabilidad del municipio, esta situación produjo la no entrega del premio desde el año 2013. En el año 2016, se reactivo gracias a una iniciativa del licenciado Eudes Blanco, acompañado de la Fundación José Dolores Molina.

Otro valor sustantivo de Juan Bautista Sánchez, fue su vida familiar, constituida con la profesora Ana Isabel Moran, de cuya unión procrearon tres hijos: Ruth, Esther y Juan; Hay que agregar a Yudith, que sin ser su hija biológica, le brindo la misma atención y esmero, caracterizándose así por ser un padre ejemplar, esposo amoroso y tierno y cariñoso con sus nietos.

De profunda convicción cristiana en su concepción religiosa fue siempre respetuoso a los otros credos y religiones, igualmente mostro ecuanimidad ante las posiciones políticas de su invitados a programas de opinión.

Por último, hay que destacar su preocupación por mejorar y perfeccionar el manejo del lenguaje, por ello fue un asiduo asistentes a los seminarios de Lengua y literatura organizados por su amigo el licenciado Álvaro González y un permanente visitante de la Oficina del Cronista del Municipio, del profesor Delibrando Varela, con quien compartía diversos temas vinculados al uso del lenguaje y de la historia de los personajes y acontecimientos del municipio.

El viernes 28 de agosto del año pasado, 2015, a los setenta años de edad, falleció en la ciudad en la que nació, donde transcurrió su infancia entre los rieles del ferrocarril, en la que compartió los diversos espacios del ayer, como el Tamarindo o los de hoy, como el Centro Cultural, todo en procura de conocer y preservar los hermosos “matices” que identifican la vigiensidad.

*Historiador – eudesblanc@gmail.com