La depresión tropical Eta ganó intensidad este sábado 7-N en el mar Caribe y se convirtió en tormenta camino a Cuba, que la espera esta noche con sus provincias centrales en estado de alarma.  Tras castigar Centroamérica como huracán y dejar más de 150 muertos y cuantiosos daños, Eta se dirige ahora a Cuba y Florida.  Según el Instituto […]

La depresión tropical Eta ganó intensidad este sábado 7-N en el mar Caribe y se convirtió en tormenta camino a Cuba, que la espera esta noche con sus provincias centrales en estado de alarma. 

Tras castigar Centroamérica como huracán y dejar más de 150 muertos y cuantiosos daños, Eta se dirige ahora a Cuba y Florida. 

Según el Instituto de Meteorología, Eta se encontraba al mediodía «55 kilómetros al norte de Caimán Grande, y a 260 kilómetros al sur-suroeste de Trinidad, Sancti Spíritus (Cuba). Eta se mueve rápidamente al este-nordeste a razón de 28 kilómetros por hora», con vientos de hasta de 80 km/h. 

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Esa entidad ordenó a los gobiernos provinciales y municipales «cumplir las medidas previstas en sus respectivos planes de reducción del riesgo de desastres con racionalidad». 

Desde el amanecer se suspendió la transportación por trenes y ómnibus en la isla, así como por mar a la Isla de la Juventud, al sur de La Habana. 

Esos territorios comenzaron ya la evacuación de personas a lugares seguros, con alimentación y asistencia médica; así como se «alivian» algunos embalses de agua, en vista a las fuertes lluvias que acompañan a Eta.

Protocolo ciclónico

El protocolo ciclónico cubano establece las etapas informativas, de alerta, alarma y recuperativa antes, durante y tras el paso de una tormenta. 

Las tres provincias más afectadas en este momento por los rebrotes de COVID-19; Pinar del Río, Ciego de Ávila y Sancti Spiritus se encuentran entre las áreas en alerta y alarma, lo que ha complicado los preparativos y la evacuación frente a la tormenta. 

A finales de agosto, la tormenta tropical Laura recorrió de este a oeste la costa sur del país afectando a todo su territorio, donde causó daños en casi 14.200 hectáreas de cultivos, aunque sin dejar víctimas. 

En octubre, el huracán Delta obligó a evacuar a unas 14.000 personas en el oeste del país, aunque esta tormenta no llegó a tocar tierra en el país caribeño ni causó daños de importancia. 

La última ocasión en que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017, cuando el Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales cuantificadas en 13.185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y en los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales. //Caraota Digital.