El núcleo de Contadores de El Vigía, cumple hoy veintisiete años de existencia. Es sin lugar a dudas, un gremio fuerte, dinámico y estrechamente vinculado al quehacer social del municipio Alberto Adriani.

Eudes J. Blanco P.*

 

La presencia de este gremio a nivel nacional tiene su origen en la promulgación el  27 de septiembre de 1973, de la Ley del Ejercicio de la Contaduría Pública, instrumento legal que contempla las disposiciones que regulan el ejercicio y las actuaciones de estos profesionales de las ciencias económicas y sociales, que como principal logro, priorizó el libre ejercicio de la profesión más allá de la simple teneduría de libros, al autorizar a los contadores públicos a realizar auditorías entre otros aspectos y otorgarles jurídicamente una condición académico-institucional que los convierte en profesionales universitarios.

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En lo que respecta al núcleo de El Vigía, hoy, se cumplen veintisiete años de su existencia, siendo sin lugar a dudas, un gremio fuerte, dinámico y estrechamente vinculado al quehacer social del municipio Alberto Adriani.

Su nacimiento es el producto de la iniciativa de 24 profesionales de El Vigía y zonas aledañas, que sintieron la necesidad de organizarse como gremio, acción  que se vio concretada el 14 de febrero de 1990, asumiendo la Presidencia de la primera Junta Directiva, la licenciada Luger Santaromita, quien hoy veintisiete años después vuelve a ejercer la conducción de este gremio, próximo en la actualidad a los trescientos agremiados.

Un aspecto que se debe resaltar es el carácter profesional del gremio que se expresa en que sus afiliados provienen de diversas universidades que forman profesionales en el campo de la contaduría Pública, algunos son herederos de la Universidad Central de Venezuela, donde un 15 de septiembre de 1946, se dicto la primera clase de contabilidad; otros, provienen de las tradicionales Universidad de Los Andes y de La Universidad del Zulia;  o de universidades de reciente data como la Universidad Nacional Abierta y la Universidad Experimental Lisandro Alvarado, entre otras.

 

Pero estos profesionales han ampliado sus estudios al nivel de especialización y maestría en el área contable, siendo el pionero de estos estudios la Universidad de Carabobo, seguida de Universidad Experimental Lisandro Alvarado y la Universidad de los Andes. Además el  gremio promueve eventos destinados al desarrollo y actualización profesional, a través de Congresos y Jornadas, para ello cuentan con el Instituto de Estudios Superiores de la Contaduría Pública “Juan Bautista Laya Baquero”, y es muy interesante la presencia de un secretario de estudio e investigación en las juntas directivas de los Núcleos y Colegios.

Otro elemento que es significativo en este joven gremio, es la presencia predomínate de la mujer, no solo en el aspecto cuantitativo, sino en lo cualitativo, que tiene su expresión en lo que a liderazgo de la organización se refiere; salvo la gestión del licenciado Felipe Galarraga en la presidencia de la Junta Directiva, entre 1998 al 2006, la conducción  ha estado en manos de tres aguerridas féminas: Luger Santaromita, Lux Marina Rincón e Iraires Sánchez (la popular “Toñita”), y es que en El Vigía y la zona Sur del lago, el termino contador es sin lugar a dudas, un sustantivo mayoritariamente femenino.

En el municipio Alberto Adriani y en la Zona Sur del Lago son referencia obligada como gremio profesional, poseedor de una moderna sede en el sector 1ro de Mayo y de una permanente presencia pública en actividades sociales, culturales y de beneficencia pública. Es un gremio fuerte, dinámico y estrechamente vinculado al quehacer social del municipio Alberto Adriani.

Por último, la valoración de estos profesionales, están regidos por principios éticos que no se diferencian sustancialmente de los que regulan a otros miembros de la sociedad y otros profesionales, de ahí que la conciencia moral, la aptitud profesional y la independencia mental, constituyen la esencia espiritual del Contador Público; así pues, el ejercicio de la Contaduría Pública implica una función social especialmente a través de la fe pública que se otorga en beneficio del orden y la seguridad en las relaciones económicas entre el Estado y los particulares o de estos entre sí. Este criterio ético, es norma y es norte en cada una de sus funciones, y en el caso especifico de El Vigía y el municipio Alberto Adriani la mayoría de los contadores profesan ese criterio ético en su más justa y completa dimensión.

* Historiador – eudesblanc@gmail.com