Tras arduas labores investigatigativas detectives adscritos a la Coordinación de Investigaciones de Delitos contra las Personas del Cicpc Subdelegación El Vigía al mando del comisario Wilmer Rivera, director Cicpc Mérida, lograron esclarecer el homicidio en contra de José Leonardo Mora Salas (55) tras atrapar en tiempo récords a dos adultos y dos adolescentes, integrantes de […]

Tras arduas labores investigatigativas detectives adscritos a la Coordinación de Investigaciones de Delitos contra las Personas del Cicpc Subdelegación El Vigía al mando del comisario Wilmer Rivera, director Cicpc Mérida, lograron esclarecer el homicidio en contra de José Leonardo Mora Salas (55) tras atrapar en tiempo récords a dos adultos y dos adolescentes, integrantes de una banda responsable del asesinato.

La información fue dada a conocer a través de la cuenta @prensacicpc, @douglasricovzla, también se conoció por @johnbahoque donde se mencionó que por cien dólares asesinaron al vendedor de café quien además era efectivo de la GNB retirado.

El comisario Douglas Rico, director nacional del Cicpc informó que los responsables del asesinato de Mora, Yoneiker José Padilla Montoya (18) alias El Pollo, Daniel Alejandro Fernández Angulo (19) alias El Tato, los adolescentes, alias El Deiker y El Gato de 15 y 17 años de edad, planificaron el pasado domingo en una hora no informada, ingerir bebidas alcohólicas con la víctima por qué sabían que tenía en su poder el dinero para luego, producir una discusión y meterle dos cuchilladas, quitándole el dinero y además despojarlo de su celular, ropa y zapatos.

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Mora caminó mal herido por el sector Caño Seco 3 y cuando se metió mal herido por la vereda 52 del sector con el fin de trasladarse hacia su casa en Altamira 2, cayó desplomado sin signos vitales debido a lo grave de las heridas que le ocasionaron.

Los detectives rastrearon la zona, la mañana del domingo 8 de enero, logrando ubicar a un sospechoso apodado El Gato quien intentó huir, sin embargo, la policía lo capturó en su casa, encontrando un cuchillo con restos de sangre, droga y otros cuchillos. En las residencias de El Tato, El Pollo y El Deiker también se encontraron evidencias.

Este fue el primer homicidio ocurrido en El Vigía y gracias a la ardua labor de la policía científica fue esclarecido y atrapado sus responsables en tiempo récords. (Catarine Castro/CNP. 8.962).