Cerca de doscientos brasileños protestaron este lunes, por cuarto día consecutivo, contra el aumento de la violencia en Pacaraima, la única ciudad fronteriza entre Brasil y Venezuela. La medida se tomó, pues, presuntamente, una joven fue violada por un hombre de nacionalidad venezolana. El padre Jesús de Bobadilla, quien ofrece ayuda humanitaria a los migrantes […]

Cerca de doscientos brasileños protestaron este lunes, por cuarto día consecutivo, contra el aumento de la violencia en Pacaraima, la única ciudad fronteriza entre Brasil y Venezuela. La medida se tomó, pues, presuntamente, una joven fue violada por un hombre de nacionalidad venezolana.

El padre Jesús de Bobadilla, quien ofrece ayuda humanitaria a los migrantes venezolanos que llegan a Pacaraima, explicó que en los últimos días ha habido varias protestas y enfrentamientos. Según dijo, se ha incrementado el clima de tensión en la frontera.

«Hay una xenofobia incubada en los ciudadanos de Pacaraima. Ya explotó. Las cosas mejoraron, pero continúa», contó el padre español, quien a diario ofrece desayunos a cientos de venezolanos que cruzan la frontera.

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Algunos comercios llegaron a cerrar este lunes. La carretera que une a Pacaraima con Boa Vista, capital del estado de Roraima, fue obstruida por manifestantes en diferentes puntos a lo largo del día. La intención fue exigirle al gobierno federal que tome medidas a fin de frenar la violencia en la región.

Las manifestaciones comenzaron el viernes en la noche después de la denuncia de una violación a una estudiante indígena de 15 años de edad. Se denunció que el responsable era un venezolano, de acuerdo con el diario Folha de Boa Vista.

«La población está harta de todo lo que sucede en las calles, la violencia, los robos, la suciedad… Es normal, pero no justifica los brotes de violencia», señaló el padre.

Reinciden en la violencia

En Brasil, en 2018, hubo incidentes violentos, específicamente en Pacaraima. En esta ciudad un grupo de vecinos atacaron campamentos de venezolanos y quemaron sus objetos personales.

Esas protestas hicieron que al menos 1.200 de los venezolanos decidieran regresar a su país y movilizó al gobierno brasileño, que decidió reforzar las medidas humanitarias que venía poniendo en marcha.

De acuerdo con la ONU, alrededor de cuatro millones de venezolanos han salido de su país rumbo a otros lugares del mundo desde finales de 2015. Se trata de uno de los mayores flujos migratorios del planeta.

Hace dos años aproximadamente el gobierno de Brasil puso en marcha la Operación Acogida, iniciativa que cuenta con el apoyo de diferentes organismos internacionales, entre ellos, Unicef. A través de dicha iniciativa se da apoyo a los migrantes venezolanos que huyen a Brasil de la crisis social, económica y política que atraviesa su nación// El Nacional