Bartolome Ramírez Gómez, el nombre y los apellidos no significaban nada para el pueblo de El Vigía y sus alrededores, no así el calificativo de Bachiller Ramírez, como fue conocido y es recordado este personaje, que a través de su labor comercial en una farmacia generó una identidad y pertenencia con la región, producto de un trabajo honesto, hecho con dedicación, pero sobre todo por una labor cumplida con altruismo en pro de los más humildes y necesitados
Eudes J. Blanco P.*
Su presencia en El Vigía, data del año de 1966, cuando se establece en la ciudad y funda en sociedad con el doctor Navis Rojas, la Farmacia El Vigía, ubicada en la avenida Bolívar al lado de lo que hoy es la Plaza del Ferrocarril. Durante treinta y cuatro años de su vida en El Vigía cumplió labores farmacéuticas, las cuales abandonó en el año 2000, por razones de salud.
Oriundo de San Antonio del Golfo del estado Sucre, donde nace un 13 de enero de 1922, era el sexto hijo de la unión de don Bartolomé Ramírez y de doña Antonia María Gómez. Allí realizó sus estudios de primaria y el bachillerato lo cursa en el Seminario de Cumaná. A los dieciocho años de edad emigra a la ciudad de Caracas en donde inicia los estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela, aprobando solo el tercer año, pues tiene que retirarse por las dificultades económicas.
Haga un comentario Haga clic en este recuadro e inicie o mantenga una conversación de este tema, interactúe con los demás.
En la capital del país, permaneció por 26 años, al abandonar los estudios de medicina comenzó a realizar una labor como paramédico y así lo expresaba el personaje cuando afirmaba “… yo visitaba las casas en las que prestaba mis servicios, lo hacía con mi bata blanca”, es a partir de este momento que comienza a ser identificado como el bachiller Ramírez. Posteriormente se inicia en el campo comercial de la farmacia.
Una farmacia con criterio humano
Al hablar del bachiller Ramírez, hay que hacer referencia necesaria de la Farmacia San Luis, los dos están unidos en una simbiosis inseparable, fusionados por cualidad humanitaria y la vocación de servicio.
Como lo refería el personaje esta farmacia era “…una de las más antiguas” del municipio, su origen se remontaba a la población de Mesa Bolívar, de donde su dueño don Luis Araujo, la traslado a El Vigía. En el año 1969 fue adquirida por el bachiller Ramírez en sociedad con el comerciante Juan de la Cruz Márquez, cuatro años después el Bachiller adquiere la propiedad absoluta y la convierte en una institución identificada con el pueblo.
En la memoria de muchos vigienses, está presente aún, la imagen de una farmacia en la avenida 16, entre las calles 3 y 4, en la que su dueño atendía en un pequeño consultorio, casi en forma abierta a una clientela, que la mayoría de las veces, si tenía para cancelar la consulta médica no poseían los recursos para adquirir los medicamentos. Pero esa consulta donde el bachiller Ramírez, actuaba como “médico general”, y que por supuesto no era bien vista por los profesionales de la medicina, no solo era visitada por los más menesterosos, sino por mucha gente que con fe le reconocían al oficiante de la medicina, lo acertado de sus diagnósticos y la prescripción de la medicación, la cual está ultima era dispensada en el sitio.
El reconocimiento
El bachiller Ramírez, recibió el reconocimiento de sus pares en vida y es recordado con cariño por las viejas generaciones, a pesar de estar próximos la conmemoración de los diez años de su desaparición física, ocurrida en El Vigía, el 25 de abril de 2006.
Esa valoración tiene que ver en primer lugar por su labor comercial en el campo farmacéutico, quedando como una de sus últimas contribuciones la fundación de la Droguería Los Andes, empresa emblema de la zona. Otro aspecto que se le debe resaltar fue su rol de padre, de esposo de jefe de hogar. En su primer matrimonio procreo y crio siete hijos, asumiendo la total responsabilidad al fallecer su esposa; vuelve a contraer nupcias en 1968 con a la vigiense María Zenaida Contreras, de cuya unión nacieron tres hijos.
La cuantía social del Bachiller Ramírez, fue reconocida por diversos sectores de la sociedad vigiense, pero merece mención especial la realizada por el Instituto Universitario de Tecnología Cristóbal Mendoza quien a cuatro meses antes de su muerte, el 10 de diciembre de 2005, le rinde homenaje en vida asignándole su nombre a la XXV promoción de Técnicos Superiores Universitarios en Administración de Empresas e Informática y le confiere el título “Honoris Causa” como Técnico Superior Universitario y un mes después el 10 de enero de 2006, le asignan el nombre de “Bachiller Bartolomé Ramírez” a su auditorio.
En la memoria colectiva de los vigienses el bachiller Ramírez es un ejemplo de su tiempo, hay que verlo como el ciudadano y el vecino con una clara expresión de convivencia, pero sobre todo, como el hombre honesto, laborioso, con un profundo sentido humanista, que transformo su trabajo diario, gracias a su dedicación, en un servicio esencial para el público.
*Historiador – eudesblan@gmail.com