Un hombre fue asesinado a plena luz del día por un par de sicarios, quienes lo interceptaron en la esquina de la calle 6A del sector Carlos Andrés Pérez de Santa Bárbara del Zulia, municipio Colón. Este homicidio ocurrió a las 3:30 de la tarde, cuando Mervin Enrique Guerrero Briceño, de 49 años de edad, […]
Un hombre fue asesinado a plena luz del día por un par de sicarios, quienes lo interceptaron en la esquina de la calle 6A del sector Carlos Andrés Pérez de Santa Bárbara del Zulia, municipio Colón.
Este homicidio ocurrió a las 3:30 de la tarde, cuando Mervin Enrique Guerrero Briceño, de 49 años de edad, se dirigía a comprar drogas en el sector, luego de una jornada de trabajo en un restaurante donde trabajaba como asador, y que es propiedad de sus hermanos.
La víctima llegó a su casa en la avenida 3 del sector Sierra Maestra, donde residía con su madre, y después de tomar un baño le dijo a esta que ya regresaba, cosa que no le extrañó a ella, pues era su rutina diaria. Desde hacía muchos años su hijo consumía sustancias estupefacientes y psicotrópicas y había tenido problemas con la ley, por lo que había estado preso varios años.
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Sin embargo, dos matones sentenciaron el día de su muerte, y cuando lo vieron en la referida esquina, el parrillero se bajó y le dio tres tiros en la cabeza y en el cuello, dejándolo muerto en el sitio.
Los testigos del hecho sólo alcanzaron a ver a los dos hombres a bordo de una moto trepadora, y que eran de tez morena.
Al sitio acudieron funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Colón, incluido el hermano de la víctima, quien fue sin sospechar que la emergencia a la que los llamaban guardaba relación con su ser querido. Pero ya nada pudieron hacer, pues Mervin había dejado de respirar.
Efectivos del Cpbez y Policolón acordonaron el sitio, para que los expertos del Cicpc-San Carlos pudieran llevar a cabo las pesquisas de rigor en este tipo de casos. El cadáver fue llevado a la morgue del hospital local. Investigan el móvil, del cual no descartan que se trate de una venganza o del cobro de una deuda de drogas. La víctima era padre de tres hijos, de 24, 18 y 17 años de edad.