El Vigía crece y se urbaniza a ritmo acelerado. Sin embargo, la nueva área metropolitana se ha hacho a sí misma, amparándose en las fuerzas de atracción de población, producción e intercambio económico regional y fronterizo. No ha podido ser consecuencia de un plan de jerarquización del sistema de ciudades
El Vigía crece y se urbaniza a ritmo acelerado. Sin embargo, la nueva área metropolitana se ha hacho a sí misma, amparándose en las fuerzas de atracción de población, producción e intercambio económico regional y fronterizo. No ha podido ser consecuencia de un plan de jerarquización del sistema de ciudades
Jóvito Valbuena Gómez*
El Vigía crece y se urbaniza a ritmo acelerado. Ya lo hemos dicho en el artículo Posición Geográfica y Estratégica de El Vigía publicado por este mismo Diario en diciembre 2015. Pero siembre habrá que volver sobre el tema porque las tendencias del crecimiento demográfico, urbano y económico de El Vigía, en medio de las fortalezas del desarrollo surlaguense, lo convierten en la segunda metrópoli del estado Mérida y en la primera de la zona panamericana.
Sin embargo, la nueva área metropolitana se ha hacho a sí misma, amparándose en las fuerzas de atracción de población, producción e intercambio económico regional y fronterizo. No ha podido ser consecuencia de un plan de jerarquización del sistema de ciudades. Pero la metropolización de El Vigía, como la de cualquier otra área metropolitana, para que sea una verdadera fortaleza del desarrollo regional y sus habitantes mejoren permanentemente en calidad de vida, requiere de ley y orden para que se detenga la inercia y la anarquía en la ocupación del espacio urbano y rural, en la construcción de viviendas e instalación de actividades económicas, en el trazado de calles e infraestructura vial, en la disposición de servicios públicos y privados, para que halla respeto al ambiente y la gente no cometa la torpeza de activar las amenazas naturales del río Chama ni de las vertientes y taludes inestables.
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En fin, ley y orden efectivo para que el área metropolitana de El Vigía potencie sus fortalezas municipales, le ofrezca más y mejor intercambio económico y de servicios a la zona panamericana, al sur del lago en general y sea el verdadero polo de desarrollo del occidente del país. No se trata solamente de sentirse orgulloso de su historia, origen y pasado, del papel y aportes de las gentes e instituciones, de sus atractivos naturales para el desarrollo agropecuario; se trata aun más, de una metropolización de categoría regional en el orden jerárquico de la urbanización del país.
Esta visión futurista de El Vigía está corriendo el riesgo de truncarse porque los planes de desarrollo y de ordenamiento municipal no se administran, no se ejecutan, menos se gestionan. Múltiples son las razones de orden político administrativo y las autoridades municipales son las encargadas de explicarlas a los vigíenses para que entiendan porqué no mejoran los servicios públicos, porqué la ciudad continua su crecimiento desordenado, porqué el tráfico urbano sufre permanente parálisis, porqué no se consolidan los barrios más vulnerables a las amenazas naturales…
Este servidor sólo observa la situación, habla con la gente y se entera por dignos vigíenses profesionales preocupados porque la visión futurista de El Vigía sea una realidad, no un sueño.
* Geógrafo – jvalbuena_2000@yahoo.com
ZEA TIERRA DE HORIZONTES
