Las protestas contra la reelección del presidente Evo Morales se radicalizan en Bolivia tras el inicio de una auditoría de los cuestionados resultados de los comicios del 20 de octubre por una misión de la OEA.
Violentos choques entre manifestantes y policías estallaron el jueves en la noche en La Paz, horas después de que la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzara a revisar las actas y papeletas de votación, tarea que puede demorar unas dos semanas.
La oposición, que denunció un fraude en favor del mandatario, rechazó avalar la auditoría de la OEA por considerar que se trata de “una maniobra distraccionista para mantener a Morales en el poder”.
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Simultáneamente, líderes opositores demandaron anular la votación y convocar a nuevas elecciones presidenciales, lo que fue rechazado de plano por Morales.
“En Bolivia se respeta la Constitución y no hay ningún artículo que diga que se anulan las elecciones“, declaró el mandatario indígena en una entrevista con radio Panamericana.
Multitudinarias asambleas populares se efectuaron el jueves en la noche en La Paz y Santa Cruz (este), las que ratificaron el rechazo a la auditoría de la OEA y la exigencia de nuevos comicios.
Esas asambleas, con participación de miles de personas, acordaron además seguir adelante con las protestas en las calles, así como paros y bloqueos de avenidas, hasta que sus demandas sean atendidas.
El comité cívico de Santa Cruz pidió también la renuncia inmediata del presidente Morales y de su vicepresidente Álvaro García.
Las asambleas de Santa Cruz y La Paz llamaron a “otras elecciones sin Evo Morales”, y la primera de ellas pidió que los nuevos comicios se celebren el próximo 15 de diciembre.
Minuto de silencio por víctimas
La OEA y el Gobierno boliviano acordaron la auditoría tras el cuestionado recuento de votos que realizó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en las elecciones, que dio como ganador a Morales en primera vuelta, frente al opositor centrista Carlos Mesa.
Los masivos eventos públicos se dieron en medio de una convulsión en aumento en Bolivia, principalmente en las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz, donde choques entre oficialistas y opositores dejaron dos muertos de bala y unos 140 heridos.
España lamentó el jueves las “víctimas mortales y los heridos” en las protestas en Bolivia y declaró que “respalda” la auditoría electoral de la OEA.
Las protestas comenzaron al día siguiente de los comicios con la quema de cinco oficinas regionales del TSE, al que muchos acusan de manipular los resultados.
El TSE había anunciado en un primer momento, tras un conteo preliminar de los votos, una tendencia que anticipaba una segunda vuelta. Pero luego se mantuvo en silencio durante unas 20 horas, antes de anunciar, generando sospechas y suspicacias, unos resultados que hacían presagiar una victoria de Morales en primera vuelta.
Morales llamó el jueves en vano a una tregua, mientras se lleva a cabo la auditoría de la OEA.
La asamblea popular de La Paz declaró también su “independencia” política de la candidatura de Carlos Mesa, quien también se opone a la auditoría de la OEA.
Este “cabildo” comenzó con un minuto de silencio y una oración en homenaje a los dos manifestantes muertos a tiros el miércoles mientras bloqueaban una calle de un pueblo de Santa Cruz, bastión de la oposición.
Esta masiva asamblea ciudadana aprobó por aclamación un petitorio de seis puntos, entre ellos exigir la anulación de los comicios y convocar a nuevas elecciones en las que no participen Morales ni Mesa.
Cuando terminó el cabildo, cientos de pacíficos pero bulliciosos asistentes que portaban banderas bolivianas se mezclaron con miles de familias que, con niños disfrazados, estaban celebrado Halloween en un avenida céntrica de La Paz.
Simultáneamente, algunas decenas de jóvenes trataron de aproximarse a la casa de gobierno, situada en la Plaza Murillo, lo que fue impedido por policías antimotines que arrojaron gases lacrimógenos.
Además de los dos muertos, los disturbios han dejado también 139 heridos en el país, según la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz. //Redacción Sumarium.Com