Desde Venezuela a pocos minutos de separación geográfica y unidos por costumbres ancestrales con la hermana república de Colombia, espero que en tan importante decisión, la población entienda lo que le conviene a su nación, la situación electoral marcara la decisión. La estrategia comunicacional se canalizó en la sencillez del sí y el no, precedida […]

Desde Venezuela a pocos minutos de separación geográfica y unidos por costumbres ancestrales con la hermana república de Colombia, espero que en tan importante decisión, la población entienda lo que le conviene a su nación, la situación electoral marcara la decisión.

La estrategia comunicacional se canalizó en la sencillez del sí y el no, precedida por la dicotomía del bien y el mal, lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira, lo bonito y lo feo, el ser y el deber ser, obviamente el proceso político de paz, seguramente triunfara sin tropiezo alguno, porque su enfoque fue sobre la guerra y la mortandad, más no sobre la responsabilidad individual ni mucho menos se tocó el tema de la impunidad, a pesar de ello, pienso que es necesario perdonar y recapitular para poder continuar al encuentro civilizacional, sin distinción todos anhelan la tranquilidad existencial en su hogar. La esperanza es el fundamento para el futuro generacional, no obstante, es vital que surja le reconciliación y no haya indicio para la retaliación.

A los nuevos triunfadores que hasta ayer fueron luchadores y actuaron al margen de la ley, les deseo mucho éxito, profundo entendimiento y gran temple en la toma decisoria a favor de todos por igual; Dios brinda cada segundo oportunidades de vida, recuerden que tienen el formidable compromiso de entender que la reconstrucción nacional es hacer respetar la justicia con equidad y defender la verdad. Enorme responsabilidad para no utilizar la brecha de la oportunidad circunstancial en doblegar ni mucho menos humillar al rival.

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La ciudadanía confía en que no cometan los errores ni los atropellos sucedidos en otras latitudes, bajo la bandera de la integración, la sustentabilidad, la igualdad social, la reivindicación económica o la emancipación espiritual, no hay que olvidar que el absolutismo es nocivo para la salud colectiva y únicamente beneficia a una cúpula podrida. Finalmente les deseo buen ánimo para actuar y gobernar en un país donde la desigualdad cada día crece más. Un fraternal saludo a la libertad y al respeto de los derechos fundamentales de la humanidad.

Jim Morantes 

@JIMMORANTES