Ayer al escuchar la declaración de Nicolás me dieron ganas de opinar, ya que la misma coloca desde mi óptica al régimen de Maduro fuera del sistema democrático

Danny Ramirez*

 

Ayer al escuchar la declaración de Nicolás me dieron ganas de opinar, ya que  la misma coloca desde mi óptica  al régimen de Maduro fuera del sistema democrático, en este sentido la constitución de la Republica es muy clara, quien obtiene la mayoría de votos asume la presidencia;  y   tomar el poder con balas fue la opción que eligió Chávez y sus acompañantes en 1992 y fracasaron,  pero para la oposición venezolana mas allá de lo que algunos radicales lo piden a gritos desde la comodidad de su casa, la violencia no ha sido una opción.

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Pero lo importante de esa declaración de Maduro, a pesar de que fue realizada con toda la intención de ser llamativa, va mas allá de ser una fanfarronada, producto de su ataque de histeria para complacer a las masas radicales y paramilitares del chavismo e impulsarlos a que sigan asesinando venezolanos a diestra y siniestra.

Nicolás  con esta acción ha puesto fin  al simulacro de estado de derecho existente y ha  constituido e instaurado en una sola declaración la verdadera realidad: la existencia de un sistema autoritario de gobierno y de partido único, existentes en Corea del Norte, China, Rusia y Cuba,  cuando le pide a la oposición que dialogue que no se levante de la mesa, pero a su vez le pide que se dejen gobernar porque ellos no volverán ni con votos ni con balas, les informa que los procesos electorales se terminaron, que asuman que no  tendrán más oportunidades políticas y que se sienten en la mesa  para explicarles cómo se van a rendir y cuál va a ser la forma de ser oposición.

Estas declaraciones dan piso a que se  impulse  cualquier acción  coherente o no contra el  gobierno de facto, ya que cuando se terminan las vías electorales para restablecer la democracia,  cualquier proceso de cambio puede ser legítimo para un pueblo oprimido. Tal vez, ese es  el camino que el régimen quiere que asuma parte de la oposición  para tener bases con que prohibir ciertas organizaciones políticas, también la usa para fomentar la división clara y existente en la oposición, darle vida  a la frustración social y doblegar a los ninis para que engruesen sus filas.

Aunque es una fanfarronada como la del 2015 con la Asamblea Nacional es una declaración bien pensada, realizada en medio de una crisis política dentro de la oposición por la suspensión del juicio político y de la marcha a la casa de gobierno, por otro lado deslegitima con ella la mesa dialogo, a  los representantes internacionales  y fortalece el apoyo de los paramilitares dentro del país y de los grupos izquierdistas que financian con dinero Venezolano en al menos  10 países de América latina y tres de Europa.

Hoy es más importante que antes, desde mi punto que vista que todos los factores políticos   y sociales se reúnan ( todos los partidos políticos dentro y fuera de la mesa y todos los factores sociales: estudiantes, obreros, empresarios, representantes de los presos políticos, gremios profesionales, agricultores y ganaderos)  con un único fin, concertar acciones nacionales  e internacionales  que  impulsen el cambio de régimen en Venezuela, denunciar al régimen venezolano como estado fallido en organismos internacionales, promover acciones de calle y construir un modelo de gobierno para el futuro.

Esto que propongo lo llamó la Concertación Venezolana, es desde mi humilde visión, la única ruta, mientras que la MUD con todo su legitimidad como representantes de la oposición sigan teniendo detractores que critican todas sus acciones y esos detractores  sigan allí sin hacer nada para impulsar el cambio que tanto pregonan solo a la espera que la MUD fracase para presentarse como los líderes de la oposición venezolana, mientras los empresarios, los sindicatos, los estudiantes, los agricultores no estén  representados en esas mesas y formen parte de la organización social que se necesita, el Gobierno seguirá ganando porque en nuestro desorden ellos siguen avanzando en su camino.

 Por último, soy de la opinión que deben agotarse todas las vías posibles y existentes,  todos tenemos culpa la AN por dormirse en los laureles, la MUD por su falta de acciones de calle, los radicales por su exceso de violencia sin sentido, los sindicatos por ser tímidos, los empresarios por ser conformistas,  y así, todos tenemos culpa, incluso los que no estamos en Venezuela, por estar fuera del país.

 Pero  si se define un camino podemos lograr una salida como la de Chile, Argentina o Polonia,  que derrotaron sus dictaduras electoralmente o si se cierran la salida electoral todos a las calles, la experiencia venezolana de 1958 sigue allí. Sin estado de derecho la calle es un derecho valido, pero su camino es más largo, porque su base es la concientización nacional.

Saludos desde la distancia

* Licenciado en Administración (actualmente fuera del país) – ramdanny@gmail.com