Desde el Seminario San Buenaventura, donde se llevó a cabo la eucaristía a la que el pueblo merideño acudió en apoyo, el padre Contreras afirmó que los venezolanos no deben cansarse de pedirle al Señor “la fuerza para perseverar en el bien, a pesar de mi rabia, de mi indignación, dame el coraje de hacer el bien”
Acudiendo a la invitación realizada por el Seminario San Buenaventura el pasado 2 de julio, a través de su comunicado con motivo de las agresiones sufridas por seminaristas de esta institución el día anterior, una gran cantidad de merideños se congregaron este lunes a las afueras del Seminario para la celebración de una emotiva y cálida eucarística por la paz de Venezuela, que fue presidida por el presbítero Alexander Rivera, rector de la institución, quien envió saludos del Arzobispo y el Obispo Auxiliar quienes se encuentran en la Conferencia Episcopal Venezolana.
Acompañado de un significativo grupo de sacerdotes, el Rector del Seminario agradeció el gran apoyo recibido por parte de diferentes instituciones y personas luego de los lamentables hechos, afirmando que gracias a ellos, ahora la Iglesia está más comprometida a ser la “voz de los que no tienen voz”, destacando que a pesar de los sentimientos producidos por estas injustas agresiones a los jóvenes seminaristas, los agresores han sido perdonados.
“La violencia es la fuerza de los que no tienen la razón”
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Por su parte, el padre Cándido Contreras, párroco de la parroquia Santiago de La Punta, estuvo a cargo de unas palabras que fortalecieron la paz y la fe de los presentes al hacerlos reflexionar. “Uno se pregunta qué habrá sido de la niñez y la juventud de los agresores de nuestros muchachos ¿Les habrán dado un poquito de ternura?”, preguntándose cuántos jóvenes como ellos hay en el país, que para decir que tienen la verdad necesitan la violencia o empuñar un arma y “eso es sencillamente, falta de ternura”, afirmó, recordando también lo que decía Gandhi: “la violencia es la fuerza de los que no tienen la razón”.
Contando con la absoluta atención de los asistentes, el sacerdote destacó que a pesar de cualquier cosa el Señor nos pide amor constante, ternura y fidelidad, que es la raíz de la fe “confiar en Él para no desmayar y no cansarnos de hacer el bien” porque “el mal está derrotado en la medida que hagamos el bien”.
La eucaristía llenó de emoción a todos los representantes del clero merideño, que al finalizar la misa se acercaron a compartir con la feligresía.
Apoyo mundial
Durante la celebración de la eucaristía, la actividad llegó a ser tendencia en Twitter con la etiqueta #UnidosAlSeminarioMerida, gracias el apoyo que desde diferentes lugares de Venezuela y el mundo muchos han brindado a los seminaristas, al seminario y a la Iglesia que ahora más que nunca es “voz de los que no tienen voz”. Prensa Arquidiócesis Mérida/ Thairy Moreno