Después del fin del ultimátum a Maduro lanzado por España y otros países de la UE, varios estados han hecho público su posicionamiento sobre la presidencia en Venezuela. Aunque la mayoría de los socios comunitarios han ofrecido su apoyo al autoproclamado presidente Juan Guaidó, ha habido algunas excepciones que se han opuesto a esta tendencia, […]

Después del fin del ultimátum a Maduro lanzado por España y otros países de la UE, varios estados han hecho público su posicionamiento sobre la presidencia en Venezuela. Aunque la mayoría de los socios comunitarios han ofrecido su apoyo al autoproclamado presidente Juan Guaidó, ha habido algunas excepciones que se han opuesto a esta tendencia, reseñó el portal web Sumarium.com.

Un artículo de El País analiza las particularidades de cada uno de los estados que, lejos de reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, se han mostrado reacios a ejercer cualquier injerencia fuera de sus fronteras. Las causas son distintas según cada caso:

Italia: el periódico español lo califica como “el caso más llamativo”, puesto que ha sido “la única potencia” en toda la Unión Europea que no se ha manifestado en favor de reconocer al líder de Voluntad Popular como presidente legítimo de Venezuela. El rotativo atribuye esta decisión a la falta de acuerdo dentro del complejo Gobierno italiano, que desde su formación se mantiene en equilibrio con una “extraña alianza”, integrada por el populismo del Movimiento 5 Estrellas -fiel defensor del principio de no injerencia- y las propuestas ultraderechistas de la Liga Norte -partidaria de apoyar la caída de Maduro-.

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Grecia: el Gobierno griego es la excepción que posiblemente haya sorprendido menos. Su Gobierno, encabezado por Alexis Tsipras, líder de la extrema izquierda, ha intentado mantenerse en una posición neutral y ha evitado situarse del lado de Estados Unidos. Sus lazos con el Gobierno de Hugo Chávez y la complicidad con Rusia y China han dejado poco margen para la sorpresa en su posicionamiento.

Irlanda: su ambigüedad se ha alargado mucho más que la de otros de sus socios comunitarios y, hasta ahora, Irlanda todavía se resiste a reconocer a Guaidó como presidente legítimo de forma explícita y se mantiene en su petición de elecciones libres para el país.

Rumania: en una situación de inestabilidad gubernamental, Rumania sigue sin ofrecer un mensaje claro en relación a su posición con la crisis en Venezuela. Sin embargo, fuentes cercanas al ejecutivo rumano han asegurado estar en una línea parecida a la de la mayoría de países de la Unión Europea y niegan que su silencio se deba a una cuestión de ideología política.