No siempre el agua es vida. También puede ser muerte. Porque puedes tenerla a disposición, pero si no es pura y no tienes con qué purificarla corres riesgo de contagio y enfermedad severa

Jóvito Valbuena Gómez*

No siempre el agua es vida. También puede ser muerte. Porque puedes tenerla a disposición, pero si no es pura y no tienes con qué purificarla corres riesgo de contagio y enfermedad severa. Desgraciadamente esta es la situación de millones de personas en el mundo. Sobreviven en  lugares donde no hay acueducto y la pobreza les limita las posibilidades de consumir agua potable. Se acostumbran, resisten de por vida y mueren en esas malas condiciones. Nosotros nos enteramos de ello porque existen organizaciones internacionales y estudios de salud, morbilidad y mortalidad que publican estadísticas y resultados sobre el tema, pero lamentablemente no se ven soluciones. Por el contrario, el problema perdurará por siempre habida cuenta del aumento progresivo de la población mundial pobre y de lo ineficientes que son los gobiernos a quienes corresponde resolver la mala situación.

¿Pero qué pasa en Venezuela? Por ser un país rico que se vuelve pobre el problema del agua es similar. Poblaciones enteras aún no disponen de acueductos con agua potable. Además, todos sabemos que el tratamiento del agua en los acueductos de ciudades y pueblos no garantiza su potabilidad. Por tanto, el gobierno nacional y el ministerio de sanidad recomiendan hervir el agua cada vez que aparecen las epidemias de dengue y sus análogos. Aún más, las estadísticas de morbilidad reafirman la incidencia de las enfermedades gastrointestinales especialmente en los niños, precisamente por falta de agua potable. De ñapa no se consiguen medicinas, ni los salarios alcanzan para comprarlas.

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Veamos ahora algunos detalles relacionados. En los tres últimos años, 2013 – 2016, los periodos secos se han prolongado en demasía y la pluviosidad anual se ha reducido notablemente. Tanto que las fuentes de agua desaparecen y los ríos y lagunas se secan. Nos quedamos sin luz porque las represas hidráulicas, comenzando por la de Guri, estuvieron a punto de colapsar. Al propio tiempo, las necesidades de agua se hacen más notables en los periodos secos cálidos porque el calor y la sed de personas, animales y plantas crecen exponencialmente.

Algo más afecta a muchos otros. La escasez de gas doméstico les impide hervir el agua. Los precios de los filtros de agua los hace un producto inalcanzable. Igual sucede con los precios del agua mineral envasada. Muchas plantas procesadoras de agua mineral están en entredicho en cuanto a sanidad y pureza. No hay suficientes recipientes de envase para agua mineral y se dice que en algunos establecimientos comerciales los reutilizan envasando agua del tubo.

Anunciamos a nuestros lectores que de ahora en adelante la columna DESDE ASODEGAA cerrará cada artículo con el nuevo eslogan del municipio Zea.

ZEA TIERRA DE HORIZONTES

* Geografo – jvalbuena_2000@yahoo.com