«Minar” una criptomoneda significa resolver, a cambio de una recompensa, complejas operaciones matemáticas a través de una gran red mundial descentralizada. Por eso, la tasa de cambio de las criptomonedas -tipo bitcoin- no la fija ningún Banco Central o gobierno, sino que la define el mercado. Las criptomonedas pueden ser transferidas de una billetera virtual […]

«Minar” una criptomoneda significa resolver, a cambio de una recompensa, complejas operaciones matemáticas a través de una gran red mundial descentralizada. Por eso, la tasa de cambio de las criptomonedas -tipo bitcoin- no la fija ningún Banco Central o gobierno, sino que la define el mercado.
Las criptomonedas pueden ser transferidas de una billetera virtual a otra sin que esta operación sea autorizada o supervisada por ningún banco, autoridad monetaria o ente oficial. Este paradigma que rige al bitcoin ha sido el más difundido para definir una criptomoneda, pero ya no parece ser el único.
Ahora se anuncian nuevas criptomonedas que tendrán el respaldo de oro, diamantes, petróleo y otros recursos naturales. En efecto, varios países están evaluando emitir una criptomoneda con respaldo. La Real Casa de la Moneda del Reino Unido anuncia la RMG, respaldada por oro, Suecia está estudiando lanzar la e-corona, Singapur el ubin, Estonia el estcoin y en Venezuela se ha lanzado el petro.
El presidente Nicolás Maduro decretó que el campo número 1 del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco será el respaldo del petro: “De la Faja Petrolífera del Orinoco, yo estoy oficializando con certificado internacional en mano, el campo número 1 como base de la criptomoneda, el cual posee 5.000 millones de barriles de petróleo, lo que significa una gran riqueza material de sustento de la única criptomoneda en el mundo que va a empezar sus funciones sustentada en una riqueza comprobable, certificada y verificable”, aseguró Maduro.
Esta emisión de criptomonedas con respaldo y de forma centralizada obliga a revisar las premisas conceptuales iniciales, aunque se siga utilizando la tecnología del blockchain para emitirlas.
 
– Ventajas y desventajas –
Las criptomonedas como el bitcoin no están respaldadas por activos concretos ni están reguladas por ningún ente. Por eso reflejan variaciones muy bruscas que responden a una lógica especulativa. Al finalizar 2017, luego de alzas sin precedentes que elevaron su precio por encima de los $20.000 la unidad, el bitcoin se desplomó y perdió $8.000 en cuestión de días, cerrando en torno a los $12.000. En una burbuja especulativa, el precio se fija conforme a la oferta y la demanda, sin relación con ninguna referencia de valor.
Las nuevas criptomonedas respaldadas por oro, diamantes o petróleo, cuentan con reservas certificadas internacionalmente y una auto-regulación que se deriva de su sincronización con el precio del recurso natural que las respalda. Es muy probable, entonces, que una criptomoneda respaldada por minerales o petróleo muestre un precio más estable. Al estar anclada a la cotización del recurso natural en el mercado internacional, sus oscilaciones –por muy fuertes que sean– no llegarán a registrar semejantes alzas o descalabros.
Como el uso de medios de pago digitales es una tendencia mundial, las criptomonedas estimulan la bancarización de la población hasta hacer común el uso de billeteras virtuales y puntos de venta en las operaciones de compra-venta más elementales y cotidianas.
 
– El caso del petro –
Teóricamente, las criptomonedas con respaldo tienen ventajas frente al bitcoin. Pero en la práctica surgen muchas dudas. En el caso del petro, su uso como medio de pago está limitado por la obsolescencia de la plataforma tecnológica. Basta con observar la lentitud actual de los puntos de venta. Si el petro no se difunde ampliamente, tampoco se podrá usar como unidad de cuenta para fijar los precios, ni como un medio de pago en las operaciones de compra-venta. Mucho menos como reserva de valor para proteger el poder de compra de los ingresos y ahorros.
A diferencia del esquema descentralizado, el presidente Maduro planteó la creación de granjas de minería de petros a través del Ministerio de la Juventud. En un modelo centralizado, los mineros son funcionarios que reciben un sueldo y no comisiones asociadas a su desempeño. Si la validación de cada transacción tiende a hacerse de manera centralizada y burocratizada, el sistema puede colapsar.
Otro problema es la poca penetración. El 5% del total de tenedores de bitcoin controla más de 90% del total emitido, y apenas 25% de esta criptomoneda se usa para el intercambio. El 75% se destina a revenderlo cuando sube su precio.
Si la primera emisión de 100 millones de petros se vende en las subastas del Dicom, éstas tienen que ser abiertas a todo público y absolutamente transparente. Un petro mal administrado reeditará la oscura historia de Cadivi, Cencoex, Sitme, Simadi, Dipro y Dicom, en la que solo unos cuantos privilegiados fueron los que tuvieron acceso a la divisa preferencial, mientras que la mayoría de las personas naturales y jurídicas quedaron excluidas.
 
Si solo los cazadores de rentas, especuladores y corruptos tienen acceso al petro vendido a una tasa preferencial, esto equivaldrá al remate del petróleo a un precio vil. A 50$/barril, el precio en bolívares a la tasa Dipro de un barril de 159 litros equivale a 500 bolívares, apenas 3 bolívares por cada litro de petróleo.
La emisión del petro puede implicar la dolarización o yuanización de la economía venezolana. El gobierno anunció que el petro equivale a un barril de petróleo. Si este se cotiza en yuanes, los 5.000 millones de barriles del Campo Ayacucho, a un precio de 378 yuanes/barril, aportarían 94 billones de yuanes que se subastarían en el Dicom, iniciando una creciente influencia del yuan en Venezuela. Y si se cotiza en dólares, los 5 mil millones de barriles generarán 2,5 billones de dólares que mantendrán la predominante influencia de esta moneda en la economía venezolana.
También hay dudas sobre si realmente el petro puede ser canjeable. Ningún ciudadano de a pie o gran inversionista querrá comprar petros si luego no puede cambiarlos por otras criptomonedas, divisas o por su respaldo en petróleo. Cuando el dólar estadounidense se regía por el patrón oro, los agentes económicos podían llevar sus dólares a un banco y cambiarlos por oro, pero este patrón fracasó cuando el gobierno de los EEUU se negó a hacerlo.
Sin embargo, los dólares circulantes por todo el mundo aún tenían como respaldo la inmensa gama de bienes y servicios que genera la poderosa economía estadounidense. Venezuela tiene un aparato productivo cada vez más precario y una industria petrolera muy endeudada que está al borde del colapso. ¿Con qué petróleo o productos se van a cancelar los petros en caso de que su respaldo se haga exigible?
Finalmente, si buena parte de la primera emisión de 100 millones de petros que ha sido anunciada es comprada por países como Brasil, Rusia, India, China o Sudáfrica, esto se puede interpretar como una venta de petróleo a futuro o una emisión de deuda externa, toda vez que los petros tienen como garantía el petróleo del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco.
No olvidemos que cualquiera de esos países que compra petros puede hacer exigible su respaldo en petróleo. Entonces vale hacerse esta pregunta: ¿El petro es una venta de petróleo a futuro o una deuda externa respaldada con petróleo?