Un devastador tsunami deja más de 200 muertos en Indonesia
Todas las víctimas son indonesias y el número podría incrementarse a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas afectadas que todavía no han recibido asistencia.
Todas las víctimas son indonesias y el número podría incrementarse a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas afectadas que todavía no han recibido asistencia.
Todas las víctimas son indonesias y el número podría incrementarse a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas afectadas que todavía no han recibido asistencia.
Al menos 222 personas perdieron la vida, 843 resultaron heridas y 28 permanecen desaparecidas a raíz del tsunami que golpeó anoche las costas del Estrecho de Sonda, entre las islas indonesias de Sumatra y Java, informó hoy la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB).
Todas las víctimas son indonesias y el número podría incrementarse a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas afectadas que todavía no han recibido asistencia.
El distrito de Pandeglang, a unos 100 kilómetros al oeste de Yakarta, es la zona más afectada con 164 fallecidos y 624 heridos, así como centenares de casas dañadas, hoteles, botes y vehículos.
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Pandeglang, debido a su proximidad con la capital, sirve de lugar de escapada para muchos capitalinos.
Las autoridades han habilitado varios centros de asistencia para las víctimas y desplazados, así como provisiones de comida, agua, medicinas, mantas y otros artículos de emergencia.
En un dramático video que circula por las redes sociales se ve como una ola gigantesca de abate sobre un concierto en el exterior del grupo pop “Seventeen”. Sus miembros salen despedidos del escenario mientras la ola se propagan entre los espectadores. En una mensaje en Instragram, el cantante del grupo, Riefian Fajarsyah, anuncia entre lágrimas la muerte del bajista y del organizador de la gira de conciertos.
En imágenes difundidas por televisión podía verse cómo la ola invadía la playa de Carita, un popular sitio turístico de la costa oeste de Java, dejando a su paso una acumulación de numerosos escombros: fragmentos de tejados, trozos de madera, árboles arrancados.
En Carita, Muhammad Bintang, de 15 años, vio aproximarse la ola. “Llegamos a las 21H para las vacaciones y de pronto llegó el agua. Todo se volvió negro. No había electricidad”, relató el adolescente.
En la provincia de Lampung, al otro lado del estrecho, Lutfi al Rasyid, de 23 años, contó a la AFP cómo huyó de la playa de Kalianda para evitar morir. “No lograba arrancar mi moto, así que salí corriendo. Recé y corrí todo lo rápido que pude”.
Según las autoridades, el tsunami podría haberlo provocado un aumento repentino de la marea debido a la Luna nueva combinada con una avalancha submarina tras la erupción del Anak Krakatoa (el ‘hijo de Krakatoa’), que forma una pequeña isla en el estrecho de la Sonda.
“La combinación provocó un tsunami repentino que golpeó la costa”, indicó Nugroho, aunque señaló que la agencia geológica de Indonesia trabajaba para intentar dilucidar cómo se produjo exactamente.
En videos publicados en redes sociales por el portavoz se veía a residentes alarmados con balizas y buscando terrenos más altos.
Las autoridades indonesias aseguraron en un primer momento que no había un tsunami, sino un aumento de la marea, y pidieron a la población que no entrara en pánico.
“Si hubo un error al principio, lo sentimos”, escribió Nugroho más tarde en Twitter.
Las erupciones volcánicas submarinas, que son relativamente infrecuentes, pueden provocar tsunamis debido al desplazamiento repentino de agua o quiebres de pendientes, según el Centro Internacional de Información sobre Tsunamis.
Según el Centro Indonesio de Vulcanología y de Gestión de Riesgos Geológicos, el Anak Krakatoa mostraba signos de actividad reforzada desde hacía una semana. Un poco antes de las 16H00 se produjo una erupción que duró unos 13 minutos, disparando una columna de cenizas de cientos de metros.
Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883. Es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.
En aquella ocasión, una columna de cenizas, piedras y humo salió expulsada a más de 20 km de altura, sumiendo a la región en la oscuridad y provocando un enorme tsunami que tuvo repercusiones en todo el mundo. La catástrofe dejó más de 36.000 muertos.
Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta.
El país sufre regularmente mortíferos sismos, el último de ellos en la ciudad de Palu, en la isla de Célebes, donde murieron miles de personas por el terremoto y posterior tsunami.
En 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia.
Con información de agencias.