El exembajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas y expresidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, rechazó este domingo que dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela no se hayan hecho elecciones primarias para escoger al candidato sino que eligieron unilateralmente a Nicolás Maduro que iría a su primera reelección.
En ese sentido, desestimó que por proponer unas primarias se le haya en el seno del Psuv y la respuesta fue agresiva y violenta, “no hay primarias y además, estas expulsado”.
En su artículo publicado por Aporrea, Ramírez plantea desde ese momento ha sido centro de saña de personajes que no sabe de dónde salieron. Asimismo, expresó que ahora se practica el “pranato” en la política donde cualquier persona llena de odio puede atacar a un dirigente de la revolución.
Bueno, aparentemente en el torneo de las triquiñuelas políticas y de las manipulaciones de todo tipo a la que estamos ahora sometidos en el país, en esta fiesta de la política con “p” minúscula, pareciera que las próximas elecciones presidenciales se decidirán porque sólo habrá un contendor en el terreno: Maduro.No fue posible transitar un proceso de debate, discusión y contienda entre distintas posiciones en el Chavismo, en el seno del PSUV o del Polo Patriótico; solicitamos unas primarias y la respuesta fue agresiva, avasalladora, violenta: “no hay primarias y además, estas expulsado”. A nadie le quedaron ganas de decir nada en el Congreso Extraordinario del PSUV para “aclamar al candidato Maduro”.
En mi caso, no bastó con eso, además he sido el centro de la saña obsesiva de todo tipo de personajes, que uno no sabe de dónde salieron, cuál es su mérito, su contribución al país, su trayectoria. Ahora se practica el “pranato” de la política, donde cualquier desequilibrado, corrupto, incapaz, resentido o lleno de odio, se siente estimulado para arremeter contra los dirigentes de la Revolución Bolivariana; cualquiera ofende y ataca, desde gente vulgar y violenta que tanto daño le ha hecho a nuestro movimiento, hasta tristes poetas que han devenido en inquisidores de revolucionarios.
No fue posible dar una discusión en el seno de las fuerzas chavistas; craso error en una situación política, donde se impone un profundo debate para evaluar qué es lo que ha pasado; cómo hemos llegado aquí; por qué se ha provocado tanto daño a nuestro pueblo, a nuestra economía y a nuestro país.
Habría que dar una discusión colectiva crítica y autocrítica para entender cómo llegamos a esta situación; cómo es posible que, después de su partida , se haya instalado en el poder, un gobierno que ha sometido o expuesto a nuestro pueblo a los embates económicos y sociales propios del desarrollo de políticas violentamente neoliberales, qué; por omisión o ignorancia, ha permitido que nuestro país, esté bajo la acción de las fuerzas más depredadoras, especulativas y corruptas del capitalismo más salvaje y atrasado posible.
La estrategia del silencio, del “dejar hacer o dejar pasar”, el cálculo político, el miedo, es una conducta inesperada de un partido revolucionario y de tantos cuadros civiles y militares que se la jugaron con Chávez para liberar a nuestro país, para conquistar su soberanía. Todo está en riesgo de perderse, o “acomodarse” en un nuevo pacto, en el que el Comandante Chávez no tiene nada que ver, y del que seguro no estaría nada orgulloso. Sólo hay que escuchar lo que él predicó por todo el país, educando al pueblo, elevando su conciencia y dejando clara su visión de patria. Aquí no hay “interpretaciones” que valgan. Lo que vale es su palabra y ejemplo.
Si alguien requiere evidencias de lo que sostengo, entonces salgan a la calle, trate de completar un mercado para la familia y los muchachos; de conseguir las medicinas para los viejos, los niños; si lo consigue y vive de su sueldo, entonces se dará cuenta que, NO alcanza. No se puede sostener un país donde existe un proceso mega inflacionario, una devaluación brutal y una crónica escasez de productos básicos, medicinas y servicios de todo tipo. En el que los especuladores, actúan a sus anchas, ante la ausencia de una política correcta, o acertada o exitosa del gobierno, cuyas prioridades o capacidades parecieran sólo existir, en el campo de la maniobra política, para mantenerse en el poder.
Excusas hay muchas, pero son únicamente eso, excusas: la guerra económica (la cual perdimos hace tiempo y amerita en consecuencia, una revisión y rectificación profunda de todo); las sanciones ilegales (que las padecen otros países bajo ataque externo y que, sin embargo, sus gobiernos son capaces de garantizar las condiciones de vida a sus pueblos); que si la culpa es de PDVSA (ahora todo es culpa de la administración Chavista de PDVSA, barrieron con la PDVSA Roja Rojita, la Chavista. Desde mediados de 2014, han hecho de todo, se la repartieron, la desmovilizaron y persiguieron, tomaron pésimas decisiones, pero, sin embargo, TODO sigue siendo culpa de la administración de Chávez-Ramírez); que si la corrupción (resulta que, según ellos, éste repudiable fenómeno sólo ocurre en PDVSA, no se habla de CADIVI, CENCOEX, la Banca, los Ministerios ejecutores de obras de infraestructura, del sector privado, etc.); que si un sabotaje, otro sabotaje, ahora una conspiración, que si un plan terrorista, etc.
Pero NUNCA se ha dicho, o ha dicho el Presidente, que es el responsable de la Hacienda Pública y de PDVSA: “me equivoqué”, “no entiendo ésto o lo otro”, “voy a convocar a todos los que tengan experiencia o sepan cómo gobernaba Chávez”, “necesito ayuda”, o cualquier otro gesto, SINCERO, de rectificación.
Pero nó, lo que prevalece es la soberbia, es el chisme, es el interés mezquino, la voracidad de los grupos económicos, es una actuación errática e improvisada que ha destrozado al país, y que está echando por la borda, todo el bienestar y avance económico y social que alcanzamos con el Comandante Chávez.
Incluso se ha llegado a afirmar, así sin ningún rubor, ni vergüenza, que “éste ha sido el gobierno más atacado y que ha enfrentado más dificultades en la historia”, es decir, un “gobierno heroico”. Se insinúa que Chávez tiene la culpa de este desastre, al “tomar decisiones equivocadas”, al insistir en “vivir con un precio de petróleo a 100 dólares el barril”, que “era muy fácil gobernar así”. Insensatos, Judas de la revolución. Asuman sus responsabilidades, dejen de buscar excusas y culpables distintos a ustedes mismos y, sobre todo, dejen quieto al Comandante Chávez; él no tiene la culpa de lo que está pasando, y, seguro, no hubiese permitido que se llegase hasta acá.
Incluso, el Presidente Maduro se abroga un carácter de “protector del pueblo”, ¿protector de qué?, ¿de sí mismo?, ¿de las acciones de su propio gobierno? El pueblo está en su derecho de decir: “Yo no quiero tu protección, no la necesito, no me sirve para nada, yo quiero el poder”. Se ha sometido a nuestro pueblo, al escarnio de estar pendiente de una caja con algunos alimentos de sobrevivencia, de un “bono” tras otro, un carnet; todo un chantaje que destruye la conciencia, el valor del trabajo, el esfuerzo colecvtivo y las posibilidades de pasar a la ofensiva popular, para enfrentar esta situación sin precedentes.
Se debe rescatar el ejercicio pleno de la Democracia Protagónica y Participativa del pueblo en el ejercicio del Poder, rescatar el espíritu social de alegría y construcción de la Patria. El proclamarse en “protector” es una terrible subestimación de las capacidades del pueblo, y una soberbia que asombra.
Por el lado de la oposición, los partidos de la MUD, entrampados en sus compromisos, sin independencia de acción, sin liderazgo, sin saber qué hacer, provocan violencia, negocian, piden intervención extranjera, hasta una invasión, para luego quedar sujetos a la estrategia de otros; los factores que los apoyan desde el exterior, terminan imponiendo su visión, sus intereses, sus puntos de vista. Entonces la MUD no va a elecciones, o por lo menos, eso es lo que han declarado.
Así es que Maduro aparentemente competirá solo, tal vez, acompañado por alguno que otro candidato “de conveniencia“, en unas elecciones en las que se ha propuesto que incluyan al Parlamento, pero, al parecer se impone el madurismo, no hay que manejar el lenguaje de señas para entender que eso está pasando.
Siendo ésto así, una realidad política que veremos en qué termina, y toda vez que, en mi caso, se me niega mi derecho al ejercicio de mis derechos políticos y se me persigue y calumnia, entonces, yo propongo otro candidato: el Comandante Chávez.
Porque si a ver vamos, no hay propuestas, no hay diferencias programáticas para elegir en las próximas elecciones. Aquí estamos en una confrontación de grupos de poder político y económico, grupos que se disputan la renta petrolera y ganan posiciones en un proceso de negociación que se inició con la partida de nuestro Comandante Chávez.
NO hay ninguna diferencia, no me refiero a los discursos y a las poses, me refiero a los hechos, objetivamente éste no es un gobierno Chavista ni socialista, a pesar del trabajo y compromiso revolucionario de muchos compañeros. Ésto, es aún más trágico si evidenciamos que se chantajea, con un avasallante poder comunicacional y control del estamento político del país, a amplios sectores de nuestro pueblo, a hombres y mujeres honestos y revolucionarios, que, SÍ son Chavistas y seguro están entrampados en un mar de contradicciones, porque ellos sí le ven la cara, todos los días, al sufrimiento y a las carencias del pueblo.
A estos sectores honestos los conozco, es la mayoría, en el PSUV, Polo Patriótico, Poder Popular, Fuerza Armada, PDVSA, Gobernadores, Alcaldes, Misiones, intelectuales, en todo el país. Los conozco y respeto, sé que trabajaremos de nuevo juntos en la reconstrucción del Legado de nuestro Comandante, del país.
El madurismo ha impuesto una manipulación, con base en el abuso de la figura y el gran amor que todos tenemos por el Comandante, sus principios, valores; también en virtud del control que se tiene de las redes sociales y medios de comunicación, y; por la torpeza del discurso y acción violenta de una oposición que sólo ofrece persecución y caos.
Entonces, es comprensible el éxito de la manipulación del madurismo, que, acompañada del miedo, la represión y la utilización de prebendas para paliar la caótica situación económica del pueblo, generan un control social y político, que permite que esta extraña y única trágica situación, se mantenga en el tiempo.
Un revolucionario, o un patriota, hombre o mujer progresista, alguien a quien le duela el país y tenga criterio propio, debería tratar de definir sus preferencias políticas en base a un programa mínimo, para resolver y salir de la terrible crisis de todo orden en la que nos encontramos. Vamos a construir juntos, los invito, a construir, discutir, en pensar y desarrollar un programa mínimo, el del candidato Chávez, el de la Revolución, el de todo el país, para superar este caos.
Se trata de volver a Chávez, partiendo de su legado, de su gobierno, resultados y situación económica y social de 2012. Considerar este año como año base, y restablecer todos los indicadores. Revisar, a la luz del daño causado desde 2013 hasta ahora, y de una profunda discusión de las rectificaciones necesarias y correcciones en el orden económico y social, de lo hecho durante el período del gobierno revolucionario del Comandante Chávez; tomar decisiones que nos devuelvan las condiciones de estabilidad, bienestar, crecimiento y fortaleza que caracterizó a nuestro país durante ocho años, luego de la victoria de la Batalla de Santa Inés, en el referéndum aprobatorio de agosto de 2004, para, a partir de allí, Así comenzar a avanzar en un proceso de recuperación del país.
Así como el año 2012 es un buen año base, como indicador de índices de gestión de gobierno, en lo económico, social, planes y proyectos; la Constitución de 1999, es el Marco Legal que tiene una extraordinaria riqueza y potencialidad de desarrollo, incluyendo sus reformas.
La Constitución tiene plena vigencia, así que, siempre cuidando no traspasar la “línea Roja de Chávez”, agregando las garantías y derechos que deben establecerse para todas las formas del Poder Popular y nuevas formas económicas, la ANC debe culminar su trabajo y dejar de gobernar.
El Plan de la Patria está completamente vigente, sus Objetivos Históricos y su propuesta de construir el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, como una alternativa al sistema Capitalista, depredador, explotador e insostenible.
Cada objetivo fue desarrollado por Ministerios, empresas y organismos del Estado. Por supuesto que, a raíz del tiempo transcurrido y lo que ha ocurrido, habrá que revisar las metas, políticas y programas de cómo y cuándo alcanzar los Objetivos Históricos definidos en el Plan de la Patria.
Hay que restablecer la Democracia Participativa y Protagónica, así como, las plenas libertades políticas, de opinión, expresión, movimiento, reinstaurarse el Estado de Derecho para estimular la participación política del pueblo, de toda la sociedad.