Mata Mollejas, acompañado de Jurate Rosales, la directora de la revista venezolana Zeta Jurate Rosales, en la presentación del libro Riqueza y miseria, expreso que “Es necesaria la contribución colectiva para el bienestar material de la sociedad”

CARACAS, Julio 28.  El académico Luis Mata Mollejas, coordinador  del doctorado en economía  de la Universidad Central  de  Venezuela y tesorero de la Fundación Alberto  Adriani,  señaló la necesidad de la contribución colectiva para alcanzar el bienestar colectivo de la sociedad.

Así lo manifestó  durante la presentación  de su más  reciente libro “Riqueza y Miseria. Límites  del poder”,  acto en el cual intervino la directora de la  revista venezolana Zeta Jurate Rosales.

“La reflexión –  dijo- deviene en el reconocimiento de construir un consenso colectivo sobre el que hacer y cómo hacerlo: identificando con precisión a quienes hacen determinadas tareas. Consecuentemente, nuestro ensayo comienza por llamar, a quienes crean las alianzas alrededor de intereses específicos, sociedad política; y a quienes aportan el conocimiento y la coordinación para garantizar el suministro de bienes materiales, imprescindibles para la subsistencia del cuerpo social”.

Haga un comentario

Haga clic en este recuadro e inicie o mantenga una conversación de este tema, interactúe con los demás.

A estos factores los designó como sociedad civil; y, simultáneamente, precisó que la interacción armónica de ambos conglomerados ocurre mediante la institucionalización de dos contratos básicos: el primero de unión y el segundo de sujeción. También señaló que las circunstancias históricas que obligan a la redefinición de dichos contratos se denominan: implosión económica e implosión política.

 

Mata Mollejas destacó que los días que corren, desde el ángulo que utilizo para evaluar las circunstancias socio-políticas del país venezolano y del continente latinoamericano, son especialmente venturosos, en clara oposición al pesimismo y desaliento que caracteriza a la opinión pública.

 

“Ello es así, porque la profundidad de la crisis que nos atosiga no deja lugar para las dudas, al respecto de las decisiones colectivas que debemos tomar, ni de los apoyos que nos brindan las interacciones causales entre las circunstancias culturales, psicológicas, económicas y políticas del presente siglo; lo cual llamo secuencia de implosiones”,  expresó.

El autor advirtió que nuestras universidades, en contacto frecuente con las del mundo industrializado, permiten discernir los condicionantes causales e institucionales, dentro de la complejidad social y la del entorno mundial; por lo cual el comportamiento colectivo, o social, no tiene que depender de liderazgos mesiánicos, aleatoriamente iluminados por justificaciones míticas o simplificaciones ideológicas.

Prensa Fundación Alberto Adriani