Por Reportero24 Según información aportada por la periodista Rosedel Campo el padre se encontraba en una reunión con algunos abuelos fieles a cristo y luego al salir de las instalaciones de la iglesia fue interceptado por los maleantes y falleció a las 12:15 am de este miércoles. Antisociales asesinaron al padre José Manuel de Jesús […]

Por Reportero24

Según información aportada por la periodista Rosedel Campo el padre se encontraba en una reunión con algunos abuelos fieles a cristo y luego al salir de las instalaciones de la iglesia fue interceptado por los maleantes y falleció a las 12:15 am de este miércoles.

Antisociales asesinaron al padre José Manuel de Jesús Ferreira, tras propinarle un disparo, al poner resistencia al robo en las inmediaciones de la iglesia San Juan Bautista, de San Carlos.

Trascendió que el clérigo se encontraba en una reunión con varios abuelos, pero en el momento en que salió de la casa parroquial ubicada en el cruce de las calles Zamora con Alegría, fue interceptado por los delincuente y falleció alrededor de las 12:15 AM, de este miércoles 21 de Octubre. Habitantes del sector; Cerro San Juan denuncian que en las calles de la zona reina la oscuridad y eso se presta para que los malhechores hagan de las suyas.

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Ferreira, de padres madeirenses, vivió durante diez años en Mariara, en el estado Carabobo. Posteriormente fue trasladado a la ciudad de San Carlos donde fue responsable de varias parroquias.

Ha sido muy difícil. Nadie espera noticias como esta. Mis palabras se ahogan en lágrimas”, dijo Daniel de Jesús Ferreira, hermano del cura, quien emigró a Madeira junto con sus padres en 2017.

“Como muchos, huimos de la crisis que azota a nuestro país. No era solo un problema económico, era un problema social, teníamos mucho miedo al crimen. Lo mataron para robarlo. Yo siempre luché para que viniera a Madeira, pero él nunca quiso. Dijo que su misión estaba en Venezuela ”, dijo el hermano.

La versión de un joven que estaba en la iglesia en el momento del asesinato dice que el cura murió porque estaba protegiendo a algunos feligreses. “Siempre fue un ser humano y un servidor excepcional, para mí siempre fue como mi padre”.

Observatorio de Violencia:

De acuerdo con información de la Diócesis de San Carlos, el suceso tuvo lugar luego de que el sacerdote despidiera a unos fieles con quien tuvo una misa privada por las restricciones del COVID-19.

El coordinador del Observatorio Cojedeño de Violencia, Martín Garza, lamentó el asesinato del padre José Manuel. Indicó que el clérigo se convirtió en la víctima 113 del hampa en lo que va del año en Cojedes. Autoridades abrieron una investigación para dar con el paradero del hombre que consagro su vida a Dios y al pueblo de Cojedes.

En tanto, vecinos de Cojedes han informado a los periodistas que los apagones eléctricos y la falta de iluminación en las calles de esa zona han facilitado la presencia y ataques de delincuentes.

En Venezuela son frecuentes las denuncias por la inseguridad en el país, situación que afecta tanto a nacionales como a extranjeros.

Según la prensa y las redes sociales, varias iglesias han sido sustraídas desde que el pasado mes de marzo Venezuela entró en la cuarentena preventiva del Covid-19, algunas de ellas por estar más expuestas por la ausencia de fieles y sacerdotes en sus instalaciones.

Campanas, cálices, vasos de cristal para celebraciones eucarísticas, equipos de sonido, objetos de valor e incluso tanques de agua, son algunos de los objetos robados por delincuentes en diferentes iglesias.

A fines de agosto, extraños robaron la Capilla de Nuestra Señora de Coromoto y Fátima, sede de la Misión Católica Portuguesa en Caracas, provocando daños materiales y restando algunos objetos de valor.

El canónigo Alexandre Mendonça, director de la Misión Católica Portuguesa en Caracas, pasó la noche despierto, desde la casa parroquial (un anexo de la Iglesia), escuchando a los delincuentes dentro del templo y temiendo por su integridad física.

La comunidad portuguesa local, en particular el Centro Português de Caracas, se unió y realizó obras para recuperar el daño físico a la iglesia y reforzó las rejas existentes para evitar nuevos ataques a la Capilla.