Se estrenó una nueva serie de Netflix donde se realiza un excelente trabajo en mostrar la imagen de la anciana de los raros y los trajes color pastel se transforme en la de una joven princesa que parece ni siquiera registrar su futuro y su lugar en la historia del mundo moderno.
Esta es la primera producción original del servicio de streaming realizado en Inglaterra.
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Por un lado está el cuento desarrollado en diez episodios donde se detalla un retrato preciso de la primera década del reinado de Isabel II, desde su encarnación como la joven princesa Elizabeth Windsor hasta el de la monarca que debe poner su deber con el reino británico ante todo y todos los demás.
Peter Morgan fue el creador de la serie. Se especializa en recrear relatos biográficos de conocidas figuras a tal punto que parece tener una maestría en su reina. Nunca la ha conocido pero ha logrado ponerse más de una vez en los incómodos zapatos de taco bajo de la monarca de 90 años.
The Crown completa la trilogía que Morgan inició con el film La reina (2006), protagonizado por Helen Mirren.
Pensada originalmente por sus productores como un apenas velado intento de lucrar con la popular figura de la princesa del pueblo y su trágica muerte, la película resultó un profundo estudio sobre la monarquía británica, la soledad del poder y los cambios políticos y sociales de los que Isabel fue parte y testigo desde su coronación en 1953.
Al popular estilo de Netflix, la temporada completa ya está disponible.