El Servicio de Inteligencia de Turquía ha dado hoy por fracasada la intentona golpista que ha vivido el país, aunque ha indicado que aún quedan algunas bolsas de resistencia por parte de los militares rebeldes, que serán juzgados por traición. «Es una iniciativa idiota abocada al fracaso y se encuentra ampliamente bajo control», declaró por teléfono el primer ministro turco Binali Yildirim a la cadena de información NTV. Antes de que acabase el día, una facción del Ejército turco aseguró haber tomado el control del país después de tomar la televisión pública, que ya ha vuelto a emitir con normalidad, el aeropuerto internacional Ataturk, infraestructuras básicas como los puentes sobre el Bósforo y el palacio presidencial. En un principio, Binali Yildirim admitió en una comunicación que se trataba de un golpe de Estado en toda regla efectuado por un «grupo perteneciente a los militares». Los golpistas han tomado como rehén al jefe del Estado mayor, Hulusi Akar. A través de la televisión local, los militares rebeldes anunciaron que se había impuesto la ley marcial y el toque de queda. Mientras tanto, fuentes presidenciales contradecían estas palabras al asegurar, casi al mismo tiempo, que el presidente Erdogan, que ya ha aterrizado en Estambul, y el Gobierno continúan en el poder.
Aunque las autoridades llamaban a la calma y aseguraban que mantenían el control, lo cierto es que el Parlamento fue rodeado por tanques y, según informó la agencia Anadolu, fue alcanzado por una bomba tirada desde un avión. Además, se escucharon disparos en los alrededores del aeropuerto y explosiones cerca del edificio del Estado mayor. Miles de personas salieron a las calles en Estambul con banderas turcas, después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan convocara al pueblo a manifestarse contra los golpistas. En un comunicado oficial, las autoridades decían que se trataba de un «ataque contra la democracia turca» y que la declaración de golpe de Estado «no había sido autorizada por el comando militar», para dejar claro que la cúpula militar no apoyaba la rebelión. Por su parte, Binali Yildirim publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que pedía a la población que mantenga la calma. Numerosos disparos y explosiones se escucharon en Ankara cerca de la dirección nacional de Seguridad y enfrente de la sede de la televisión pública TRT, mientras que en Estambul ha habido heridos en un enfrentamiento entre soldados y manifestantes contrarios al golpe de Estado, según han informado las emisoras turcas. Además, se registró una fuerte explosión en el centro de la unidad especial de la Policía en la región de Golbasi en Ankara, en la que habrían fallecido al menos 17 agentes, informó la emisora CNNTürk. Además, al menos seis civiles habrían muerto y casi 100 habrían resultado heridos, según la agencia de noticias DHA.Mientras tanto, la agencia Anadolu señaló que aviones militares y helicópteros dispararon dos veces sobre el centro de la policía en Ankara. Además, un F-16 derribó un helicóptero militar utilizado por los golpistas, según la cadena oficial NTV. Al mismo tiempo, numerosos vehículos blindados han cortado la principal avenida de Estambul, cerca de la sede central de la policía de la ciudad, la más importante del país. Gendarmería ha bloqueado los accesos a los principales puentes que unen la parte europea y asiática de Estambul.La agencia de noticias privada Dogan aseguró que el ejército disparó contra un grupo de manifestantes contraria al golpe de Estado que intentaron cruzar uno de esos puentes. Las imágenes de televisión mostraron varios heridos en este incidente. Asimismo, aseguró que la policía de Ankara ha llamado a servicio a todos sus agentes. En una comunicación pública, el presidente Erdogan, que ya ha aterrizado en Estambul, pidió a los turcos que salieran a la calle para responder al golpe de Estado. «Insto a nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al Ejército) la respuesta necesaria», manifestó Erdogan en declaraciones por teléfono a CNNTürk. «Este golpe de Estado nunca tendrá éxito. Tarde o temprano será eliminado. Voy a volver a Ankara», agregó el presidente.»Van a recibir la respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar esto», aseguró Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN.»Yo soy el comandante en jefe. Sin mi información el ejército no puede hacer nada. He oído que el jefe de Estado Mayor está detenido. Sin embargo, no sé hasta qué punto esto es verdad», reconoció el presidente. Movimientos inesperados de tropasUnos inesperados movimientos de tropas en Ankara y el paso rasante de aviones militares sobre la capital crearon a media tarde preocupación entre la población de la capital de Turquía. Más tarde, el primer ministro turco, Binali Yildirim confirmó un «intento de golpe de Estado» por parte de «un grupo de ejército turco», y añadió, de forma tajante: «No lo vamos a permitir». Los militares emitieron un comunicado en el que aseguraban haber tomado el poder para proteger el orden democrático y mantener los derechos humanos en Turquía. Añadió que se mantendrían todas las relaciones exteriores del país y la ley será la prioridad. «No permitiremos que el orden público se altere en Turquía. Se impone un toque de queda en el país hasta nueva orden», señala el comunicado del Ejército, firmado por el «Consejo de la paz en el país» que afirma haber «tomado el control».Según declararon algunos testigos a Efe, en la capital se escucharon incluso disparos cerca del cuartel del Estado Mayor. Además, varios militares han confiscado las armas de los policías que guardan el palacio presidencial. Los militares han tomado con tanques la televisión pública y el aeropuerto internacional Ataturk. Las redes sociales no funcionan y las líneas telefónicas empiezan a fallar.