Entre las memorias cotidianas y las experiencias vividas, hoy concluye el cuarteto de artículos que hace años atrás, me entregó el Dr. Carlos Portillo Almerón, yaracuyano nacido el 21 de noviembre de 1933 y fallecido el año pasado (2019) a sus 75 años, profesor que ingresó a la Universidad de Los Andes en 1982, su forma de ser, le gano el aprecio y la amistad del estudiantado, al ser padrino de más de 25 promociones de estudiantes de derecho que con cariño lo escogían para llevar su baluarte.
A pesar de haber estudiado derecho en la Universidad de Los Andes, no curse la materia de Derecho Procesal Civil con el Dr. Portillo, sin embargo, más de 1080 abogados, fueron sus alumnos a lo largo de 36 años ininterrumpidos de carrera académica para la mayoría de ellos, era común acompañarlo al finalizar la materia a los acostumbrados paseos, efectuados en el famoso Rancho del municipio Campo Elías, allí el canto, la conversa, la comida, los sancochos, la carne asada, el picante, las bebidas espirituosas, acompañada de buena música, del acostumbrado domino, bolas criollas, barajas y bailes, servían de distracción para la buena locación.
Retomo el tema que nos ocupa y voy a transcribir el último artículo inédito que el Dr. Portillo, me entregó en la sala de su casa para ser publicado, por tanto el derecho de autor y la opinión son del referido autor, me limito a la copia textual del manuscrito que recibí, su contenido es el siguiente:
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“La verdad verdadera»
Se ha pregonado sobre el precio de la gasolina en nuestro país, cuando en Venezuela el parque automotor era reducido, a las compañías que explotaban el petróleo, le interesaba la venta de uno de los derivados de ese petróleo como era la gasolina, utilizaban un lema conocido por todos “Ponga un tigre en su tanque”, se vendía combustible de 25 céntimos (súper) y popular a 12 céntimos, así permaneció por muchos años.
Durante el gobierno de Luis Herrera Campins, aumentó el valor de ese combustible, durante el gobierno del presidente Chávez, se siguió un camino equivocado para incrementar el valor del Bolívar, se le eliminaron los tres ceros de los mil bolívares quedando los mil bolívares convertidos en un bolívar fuerte y al cotejarlo con el dólar este pasó de 4,30 a 2,30, control de cambió el cual no se hizo efectivo en su totalidad porque para obtener un dólar, necesitábamos el equivalente a dos bolívares con treinta céntimos pero al ser una economía decadente por lógica el dólar en gruyó al bolívar, ósea se lo trago, por el camino sobrepaso los doscientos bolívares por dólar.
En lo referente a la gasolina de acuerdo con el bolívar fuerte el litro costaba el equivalente a los 10 céntimos por lo tanto era 10 litros por bolívar, ahora como el bolívar fuerte no existe, debemos pagar un bolívar por litro de la gasolina de 91 octanos y 6 bolívares por litro en la gasolina de 95 octanos.
Al hablar de la verdad- verdadera recordamos una frase de la Biblia. Cuando Poncio Pilatos gobernador de Palestesia, impuesto por los romanos, le preguntó a Jesucristo ¿Tú eres el rey de los judíos? el interpelado le respondió: si soy el Rey de los judíos y vine a la tierra a predicar la palabra “de mi padre”, por lo que Pilatos le preguntó ¿Qué es la verdad? Y Jesús no le respondió, Pilatos no entendió que ya le había dado por Cristo la explicación.
Acerca de la verdad-verdadera Piero Calamandrei, en su estudio que realizó, el cual aparece en coveritá verosimimiglianza en proceso civile, Padora 1957 vol VI pág. 138 expuso: “La naturaleza humana no es capaz de alcanzar la verdad absoluta, la cual es una meta no alcanzable, por lo tanto nos valemos de una figura parecida construida por la verosimilitud” Así es contemplada en la legislación italiana y en la alemana. En Venezuela nos valemos de la presunción grave del derecho que se reclama por ejemplo, así lo pauta el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil venezolano”
Deliberación al tono de la realidad venezolana, desarrollada con frecuencia por el reconocido autor y escritor de textos jurídicos, como “La Función del Juez en las Medidas Cautelares” (2009) y “Propiedad y Posesión, sus defensas” (2012), antes de partir el Dr. Portillo, dejó para su publicación 4 libros inéditos. En el próximo segmento, relatare las historias del pasado con los amigos de siempre… //Jim Morantes y Carlos Portillo Almerón