Después de innumerables esfuerzos en la toma del poder por parte de los patriotas, estos se dedicaron a reforzar legislativamente el principio de autonomía funcional y de supremacía normativa federal, no hay que olvidar que incluso en el siglo XIX, la institucionalidad épocal que no es igual a la conocida hoy en día, se garantizaba […]

Después de innumerables esfuerzos en la toma del poder por parte de los patriotas, estos se dedicaron a reforzar legislativamente el principio de autonomía funcional y de supremacía normativa federal, no hay que olvidar que incluso en el siglo XIX, la institucionalidad épocal que no es igual a la conocida hoy en día, se garantizaba con la concepción de justicia, el predominio de la verdad divina y de la equidad ciudadana de unos pocos, valiéndose de la capacidad coercitiva para obtener éxito, lo cual le permite hoy en día al estado, mantener el orden y el poder, con el uso de la fuerza pública de ser necesario, ya que en caso contrario existe el debilitamiento institucional causado por la anarquía o incapacidad de gobernar.

Periodo histórico crucial, motivado a la transición y al paso de ser provincia española a irrumpir con la incursión independentista de un Estado Oligárquico, regido por la protección de los intereses de los nuevos gobernantes, tomando en consideración que la primera constitución patria fue promulgada el 21 de Diciembre de 1811, siendo de corte federalista y separatista en la forma de gobierno mas no en la jerarquización y aprovechamiento del poder, de allí que pretendían en teoría establecer un estado Soberano, caracterizado por su absoluta autonomía funcional y autocontrol en los asuntos internos y externos, meta que no lograrían por la profunda división local que existía a lo largo de nuestro territorio nacional, en este mismo instante se crea la formación originaria de la nación venezolana, derivada de esa mezcolanza de cultura árabe, española, negra e india que corre por la sangre de nuestros aguerridos ancestros.

A partir de principios del siglo XIX, comienza la construcción del país y la formación de la Nación, entendida como la identidad patria de un conjunto de hombres y mujeres que se encuentran unidos bajo paradigmas cognitivos de acuerdo a las circunstancias, bien sea por la cultura ancestral, la lengua materna, el linaje o la religión,  tomando como epicentro funcional su ser y en ese caso los valores independentistas, inspirados con los preceptos de la revolución francesa de Libertad, Igualdad y Confraternidad.

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Los venezolanos de ese entonces se encuentran ligados a una serie de costumbres, mitos, leyendas, rituales, creencias, aspectos místicos, esotéricos, símbolos y signos entre otros tantos, de allí que el acervo identificativo de ese conglomerado heterogéneo se construyó gracias a la unidad de identidad nacional, creencias existenciales, prácticas y tradiciones, sin importar condición económica, política, social, religiosa o de género.

Jim Morantes

@JIMMORANTES